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La hambruna de la posguerra

  • 'Carpanta' es una obra creada por José Escobar que disfraza con humor una crítica demoledora sobre la situación vivida en España en los años posteriores a la guerra civil

Carpanta, el personaje creado por José Escobar.

Carpanta, el personaje creado por José Escobar.

Una buena parte de los personajes más famosos y queridos de la editorial Bruguera pertenecieron a un contexto muy específico: el de la posguerra española, un extenso período cuyas secuelas se vieron prolongadas por el estallido de la Segunda Guerra Mundial y por los duros y largos años del aislamiento internacional. Fueron momentos de represión, censura y adoctrinamiento en el plano político; y estrecheces, hambre y miseria en el plano cotidiano.

Una época que tuvo un cronista de excepción en el historietista José Escobar (Barcelona, 22 de octubre de 1908-31 de marzo de 1994), que consiguió disfrazar de humor una crítica demoledora de la situación que se vivía en España.

El apoyo de Escobar a los republicanos hizo que pasara un año en la cárcel, hasta noviembre de 1940, y que fuera expulsado de Correos. Escobar comenzó a trabajar en los periódicos Virolet, La Gralla y Sigronet en los años veinte, para pasar a Papitu, Pocholo, Gutiérrez, Lecturas, L'Esquella de la Torratxa y L'Esquellot. Es en editorial Bruguera, redil de represaliados por el Franquismo, donde crea sus mejores personajes: Petra, criada para todo; Zipi y Zape; Don Óptimo; Plim el magno; Toby; Doña Tula, suegra; Blasa, portera de su casa; Aniceto artista completo; Nati y Tina; Melitón bombero de afición...

En Editorial Bruguera desarrollaría su labor en revistas como Pulgarcito, Tío Vivo y Guai!. También colaboró en TBO y los diarios deportivos Dicen y Lean. Fue autor y actor teatral, creador de cursos de dibujo de cómic por correspondencia y pionero del cine de animación. Con la película Érase una vez ganó un premio en el Festival de Venecia de 1950.

Entre sus personajes, hubo uno que desbordó los márgenes de este período y adquirió un carácter atemporal, dejando huella en la cultura popular: Carpanta, el hambriento vagabundo.

Carpanta ("hambre violenta", según la RAE) debutó en la historieta 13 en la mesa, en Pulgarcito (1947). En una cena de alto copete, se reúnen trece invitados. La señora de la casa, por superstición, ordena a su mayordomo buscar un decimocuarto comensal. El sirviente invita a un mendigo y le entrega levita negra, camisa blanca y pajarita.

El vagabundo recibe su nombre en la historieta Carpanta y el billete, publicada cuatro números más tarde, donde lucía sus ropaje definitivo: sombrero, camiseta a rayas horizontales, chaqueta y cuello de camisa alto y rígido.

Su hambre y su carácter entrañable propiciaron la conexión con el público, y su longevidad (su serie llegó hasta 1984 en la revista Mortadelo, y apareció en Zipi y Zape en 1991) dejó huella en varias generaciones de lectores.

El nombre de Carpanta pasó a formar parte del lenguaje coloquial. La frase "pasas más hambre que Carpanta" en su tiempo fue, y aún ahora es, muy popular.

Nuestro vagabundo vive debajo de un puente. Pese a que no tiene un duro, Carpanta dispone de teléfono. Escobar, autocaricaturizado, participa en muchas historietas.

A partir de los años sesenta, las historietas de Carpanta fueron publicadas en casi todas las revistas de Bruguera. Su popularidad llegó a tal extremo, que los lectores llegaron a enviar dinero a la redacción, para que nuestro antihéroe pudiese comer.

Carpanta sería el primer personaje de Escobar que traspasaría el límite del publico infantil para adentrarse en un público adulto. Al fin y al cabo, concentraba las necesidades de todo un pueblo, utilizando el humor para acusar una triste realidad.

Escobar realizaba sus historietas con una gran crítica social, que dejó de notarse tanto a partir de la nueva legislación de 1955: no podía aparecer la policía, ni monstruos, el dinero no podía ser en pesetas…

En 1960, TVE emitió una serie con personajes reales protagonizada por el hambriento Carpanta, con muy buena aceptación por parte del público.

También pudimos ver a Carpanta adentrarse en los dibujos animados, gracias al proyector Cineskob que inventó el propio Escobar, o en el juguete tragabolas de la compañía Midena.

El boom económico de los años sesenta hizo que el hambre de Carpanta perdiera sentido para las nuevas generaciones de lectores, y ya no disfrutaba del interés de sus primeros años. La serie fue languideciendo en Bruguera y, a partir de 1987, fue recuperada en Ediciones B.

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