Cómics

En el fango político

  • El periodista más caustico de los cómics regresa, y en esta ocasión su pluma tendrá que ser más afilada que nunca…

Portada del cómic

Portada del cómic

La serie Transmetropolitan, aunque se desarrolla en el futuro, no es ni más ni menos que un reflejo algo exagerado de la sociedad en la que vivimos en la actualidad y, por desgracia, acentúa los problemas y lacras que esta padece: paro, superpoblación, racismo, intolerancia, violencia, contaminación… Todos estos términos, y algunos más que me ahorro aparecen día sí y día también en los telediarios y prensa.

Pero, curiosamente, el que nos machaca sobremanera en los últimos tiempos es el de la política. Nunca antes hemos convivido en una sociedad tan politizada, en la que se te 'obliga' a tomar partido por una opción u otra y, debido a los hechos recientes, vas perdiendo la fe en aquellos a los que confiaste tu voto.

Pues bien, de regreso a las viñetas, que son las que nos interesan, el editor de La Palabra, el medio para el que trabaja Spider Jerusalem, y le permite todos los caprichos imaginados, le encarga que se sumerja en la campaña política en la que se va a elegir al nuevo presidente de los Estados Unidos. Casi nada.

Es entonces cuando un resorte oculto en la caótica cabeza del protagonista salta, una luz roja se enciende y apaga, avisándole de que no, de ninguna manera, debe volver a caer en la trampa que ya lo llevó al límite hace años y casi acaba con su vida.

Pero Royce, su editor, tan convincente y expeditivo como siempre, ya le tiene preparada una sorpresa. Una nueva ayudante, su propia sobrina, la hiper borde Yelena Rosinni, que va a tener que soportar los gritos, insultos y demás de su futuro jefe.

Y bien, en un lado del cuadrilátero electoral encontramos al actual presidente del país, bautizado por el propio Spider como 'La Bestia' (sobran más definiciones), que se oculta en su despacho y tan solo en un momento de la campaña tendrá un tete a tete con el periodista.

En la otra esquina, la sonrisa de América, Gary Callahan, cuyo mote no podía ser otro que 'El Sonrisas', un tipo que transmite a sus electores la verdad, el buenrollismo y una nueva política. Y lo hace gracias a asesores como Vita Severn, con la que Spider va a tener una buena conexión desde el principio.

Pero esta no es una historia de amor. En la política todo vale, y el cronista, pese a sus ácidas columnas que obtienen el número uno de atención por el público, se va a convertir en un peón más de este juego. Mientras tanto, los autores de este visionario cómic nos cogen de la mano y llevan a un obligado paseo por la ciudad, sus rincones menos conocidos, con una serie de pin ups, páginas viñeta en la que nos moveremos entre la fauna de esta urbe sucia.

No quiero adelantaros mucho más de la trama, ya que en su lectura encontrareis alguna que otra impactante momento, que os dejarán parados ente algunas viñetas, cuya imagen os golpeará las córneas, con la misma fuerza que las palabras escritas por Spider Jerusalem resuenan en las cabezas de sus compatriotas.

Finalmente, este segundo volumen viene completado con dos tiernas (es mentira) historias navideñas, además del guion de uno de sus números, cortesía de Warren Ellis, junto a los maravillosos lápices de Darick Robertson, así como una galería de portadas.

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