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Cómics

Las chicas son guerreras

  • 'Astérix tras las huellas del Grifo (2021)', de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, es el quinto álbum de la serie realizado por estos autores, que lleva a los protagonistas a la estepa rusa

Detalle de la portada del volumen.

Detalle de la portada del volumen.

En el año 1981, el grupo musical Coz alcanzó gran popularidad gracias al tema Las chicas son guerreras, que daba título a su segundo LP en solitario. Este título habría valido también para el álbum Astérix tras las huellas del Grifo, nº 39 de Astérix el Galo, publicado simultáneamente en todo el mundo el pasado 21 de octubre. Es el quinto álbum de Astérix donde no participan ninguno de sus creadores originales: Jean-Yves Ferri hace el guion y Didier Conrad el dibujo.

Como siempre sucede en la serie, tras un álbum desarrollado en la aldea, en el siguiente toca viajar. Goscinny y Uderzo dejaron poca geografía del Imperio Romano por explorar, así que Ferri y Didier envían a los héroes al territorio desconocido que los romanos llamaban Barbáricum, las lejanas tierras de los sármatas, pueblo nómada que vivió al norte del mar Negro desde el siglo VII a. C. hasta el VI d. C., en Rusia, Ucrania, Hungría, dominando la estepa entre los ríos Ural y Danubio. De hecho, los sármatas tienen en el álbum nombres que recuerdan a los patronímicos rusos, acabados en -ov. Además, los diálogos aparecen con la letra E invertida, evocando al alfabeto cirílico. También se reflejan elementos como la yurta, un tipo de vivienda, y el borsch, sopa ucraniana de remolacha.

La historia comienza en el palacio de Julio César, quien contempla un ánfora con un dibujo del Grifo, animal mitológico mitad león y mitad águila, descrito en los textos antiguos griegos, que le ha obsequiado el geógrafo Terrignotus (quien tiene las facciones del escritor francés Michel Houllebecq). Éste le informa que el mítico animal se encuentra en Barbáricum, y le propone una expedición para encontrarlo. Para ello pretende que les sirva de guía una prisionera sármata, Kalashnikova. El Grifo no les parece más improbable que los elefantes y los rinocerontes que ya habían sido exhibidos en Roma. Al fin y al cabo, el propio Julio César mencionó al unicornio en sus Comentarios a la Guerra de las Galias, y ahora quiere sorprender al pueblo de Roma mostrándole un ser único. La expedición está formada por los legionarios del centurión Ensujugus; el venator Sabiondus (venator era la persona trabajaba con los animales de los espectáculos de la Antigua Roma) y el geógrafo Terrignotus. En la Antigua Roma, los exploradores eran escasos y la Tierra era en gran parte incógnita.

A la misma vez que avanza la expedición romana, aparecen Astérix, Obélix y el druída Panorámix en un trineo tirado por caballos en la nieve, que llega a la aldea sármata, donde vive el chamán Sakaeljamonov, amigo de Panorámix, a quien ha convocado con sus poderes mágicos para solicitarle ayuda contra los romanos. Los galos descubren que, salvo por el chamán, la sármata es una sociedad matriarcal, con mujeres guerreras y hombres amos de casa. No es un guiño a los actuales tiempos feministas, sino que refleja el papel real de la mujer en la civilización sármata.

Con los dos grupos de viajeros a punto de cruzarse, arranca este álbum donde vemos guiños al Covid-19, con términos que utilizan algunos personajes, como desconfinamiento, o que se mantenga la distancia de seguridad en una pelea.

Los romanos montan un campamento cerca de la aldea, y Astérix y Obélix van a parlamentar con ellos pacíficamente. Astérix informa a los romanos de que Kalashnikova desconoce el paradero del Grifo, pero a Obélix se le escapa que solamente el chamán Sakaeljamonov lo conoce, por lo que el centurión les ofrece entregarles a la amazona a cambio del chamán, quien se ofrece voluntariamente a los romanos. Astérix, Obélix y las amazonas de la aldea salen en su persecución. A causa de las bajas temperaturas que hace en tierras sármatas, la poción mágica está congelada, de modo que Astérix no toma poción mágica en todo el álbum, algo que jamás había sucedido. Llegan a un lago helado, en cuyo fondo se ve a través del hielo un dinosaurio congelado, que sería supuestamente el Grifo que están buscando, aunque en el fondo lo que buscaba Terrignotus era oro, como queda al descubierto cuando se le rompe el ánfora y se ven las pepitas entre los restos. Astérix y Obélix rescatan a Sakaeljamonov y los romanos huyen.

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