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Cómics

Príncipe y mendigo

  • En este segundo volumen en el que Osamu Tezuka narra la vida de Buda, la vida del joven experimentará un cambio radical

Detalle de la portada.

Detalle de la portada.

Leo las noticias mientras desayuno y no puedo dejar de sorprenderme cuando varias de éstas señalan que en el primer puesto de ventas literarias nacionales está un manga, incluso por encima de los laureados premios de un importante certamen nacional.

Creo que esta es la definitiva señal, o al menos una de ellas, que señalan con fuerza el poderío del cómic japonés en nuestro país, que se ha convertido, con el paso de los años, en el medio que infinidad de jóvenes lectores han elegido para sumergirse en sus páginas.

Y afortunadamente, existe un manga para todo tipo de público. Cualquier género y historia se plasma en su interior, sabiendo cautivar también a los más talluditos, lectores maduros que tal vez al principio se acercaban con precaución a su lectura, pero que han sucumbido a la calidad y originalidad de sus propuestas.

Es por ello que debemos dar gracias a este auténtico fenómeno de masas, gracias al cual podemos disfrutar de una biblioteca dedicada a uno de los grandes, tal vez el que más, autores de este medio que ha venido del País del Sol Naciente para quedarse. Osamu Tezuka, el bautizado como Dios del Manga.

A estas alturas ya son varios los títulos que protagonizan la línea que recoge su extensa obra. Aventura, ciencia ficción, humor, drama… Todos y cada uno de los géneros se encontrarán entre las páginas de sus manga. Pero toca detenernos en el que Planeta Cómic está publicando en la actualidad, cinco volúmenes que recogen la vida de Buda.

En esta segunda entrega, ya centrada totalmente en el joven príncipe Siddartha, la existencia del joven se estremecerá a partir del plan que idea con su amada, Mighera que, disfrazada de guerrero, participará en un torneo cuyo premio es la mano de la princesa a la que quieren unir en matrimonio con el protagonista, cuyo corazón está ocupado por la ladrona caracterizada como hombre.

Pero el destino a veces es cruel y tanto el de la atrevida Mighera como el de Siddartha no va a ser el esperado, separándose sus caminos de manera harto brutal y haciendo su aparición un viejo conocido del relato, Tatta, que ahora comanda a un grupo de ladrones.

El camino de la contemplación se abre hacia el protagonista, que se rapará el pelo y, pese a las reticencias de sus progenitores, no mirará atrás y dará su primer paso en ese sendero, que sin que él aún lo sepa, le convertirá en un líder religioso.

En paralelo, vamos a conocer, por fin, el destino del malvado Bandaka, que tanto ha odiado al joven, haciendo todo lo posible para acabar con él. En estos momentos experimentará lo que sucede cuando tus deseos se hacen realidad…

Pero estos no son los únicos protagonistas de esta historia, ya que en ella va a tener un puesto especial el pequeño Devadatta, hijo del malvad Bandaka, que sufrirá en propias carnes el resentimiento de los que le rodean, con la consiguiente reacción por su parte, lo que le convertirán en alguien perseguido, terminando convertido en algo muy parecido a un animal, cuya ferocidad solo será atemperada por los consejos de un mendigo ciego con el que compartirá peripecias.

Serán varias las personas que tendrán un importante papel en los primeros pasos del joven Siddartha. Uno de ellos será Depa, un monje que para demostrar su fuerza espiritual hará algo terrible que le dejará marcado para siempre.

El otro es un niño pequeño, Assaji, que está a punto de morir y en ese momento es tocado por la divinidad, pudiendo presagiar el futuro.

Este tomo concluirá con un importante encuentro entre Siddartha y Bimbisara, gobernante de Magadha, que será el encargado de rebautizarle con el nombre por el que todos le conocemos.

El camino de Buda no ha hecho más que empezar…

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