Cómics

Loki adolescente

  • Kieron Gillen ofrece una singular versión infantil del dios de los engaños, originada tras la reencarnación del personaje en el evento 'Asedio'

La versión adolescente del dios Loki.

La versión adolescente del dios Loki.

No es ningún secreto que los dioses nórdicos tienen su propio espacio reservado dentro del universo Marvel. Todo dio comienzo en 1962, cuando Stan Lee y Jack Kirby hicieron de Thor un superhéroe, en las páginas de la cabecera Journey Into Mystery. El dúo creativo ya había revolucionado el género al presentar una familia, un monstruo y un adolescente como protagonistas, y convertir a un dios en superhéroe parecía una idea tan apropiada como cualquier otra.

Con el dios del trueno llegaron también su némesis, Loki, y todo un panteón (Odín, Lady Sif, Balder, etc.), desarrollado en el serial de largo aliento Relatos de Asgard. Ésta era la arena perfecta para el crecimiento de un Kirby en sus mejores años, y el dibujante dio rienda suelta a su talento y preparó el camino para otros conceptos posteriores como El Cuarto Mundo o los Eternos.

Las aventuras de Thor y los suyos siempre bascularon entre dos ambientes distintos, la mundana Tierra y la fabulosa de Asgard, y, en este último territorio, se han desarrollado historietas cercanas a la más pura fantasía (como, por ejemplo, la hermosa novela gráfica El estandarte del Cuervo, de Alan Zelenetz y Charles Vess).

A lo largo de los años, los lectores han tenido una especial predilección por este submundo de mitología y leyendas (a lo Marvel), con sus dioses, enanos, elfos y gigantes, y en esta onda se centró la propuesta del guionista Kieron Gillen dentro de la remozada Journey Into Mystery, traducida al castellano como Viaje al misterio.

Junto al dibujante Doug Braithwaite (que renunció a las tintas y dejó que Ulises Arreola aplicase los colores directamente sobre sus lápices), Gillen relanzó dicha serie en 2011, quitando el protagonismo a Thor para concedérselo al dios de los engaños, el mismísimo Loki. Pero su Loki no iba a ser el villano de opereta de tantas y tantas historietas Marvel, sino una singular versión infantil, originada tras la reencarnación del personaje en el evento Asedio.

Durante año y medio, entre los números 622 y 645 de la cabecera, Gillen, Braithwaite y otros dibujantes igualmente capaces, nos deleitaron con una peculiar saga de enredos y fantasía que se significó como uno de los mejores tebeos publicados por Marvel en esa época, con un tono muy pronto comparado con el de algunas publicaciones del sello Vertigo. El personaje y la idea de partida era ideal para un guionista como Gillen, que ha hecho de la rebeldía adolescente una de sus señas de identidad, con trabajos de la fama de The Wicked + The Divine o Young Avengers, por citar sólo un par de ellos.

Panini recupera este excelente capítulo de la Casa de las Ideas en un grueso tomo integral de casi 800 páginas. Van recopilados los números 622 a 645 de Journey Into Mystery, junto con el Exiled One-Shot, los números 42 y 43 de New Mutants y los 18 a 21 de The Mighty Thor, más diversos extras, para los que no tuvieron la ocasión de leerlo en su día o los que quieran conservarlo en una edición más acorde al interés y la calidad del material.

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