Crítica de Cine

La crisis y el cine autonómico

Miren Gaztañaga y Gorka Otxoa, en una escena de la película.

Miren Gaztañaga y Gorka Otxoa, en una escena de la película.

Desde el País Vasco, rodada en euskera y con un elenco local liderado por Gorka Otxoa (Pagafantas), Igelak (Ranas) intenta tomarle el pulso a la actual crisis económica y el surgimiento de movimientos sociales desde una extraña fórmula de fábula distópica con mensaje: el banquero Pello cae en desgracia después de que se descubra un desfalco y, tras huir de la justicia, se refugia en los montes con un desclasado antes de volver a la ciudad hecho un cristo para ser confundido como un activista antisistema.

Sobre esta disparatada y absurda premisa, más aún si tenemos en cuenta que Patxo Tellería (Bypass) no consigue contarla en el tono y la clave de humor adecuados, Igelak (Ranas) se refugia en su propia cápsula de inverosimilitud y candidez para retratar la convivencia en una caricaturesca comuna libertaria enfrentada a un mundo de banqueros sin escrúpulos y a una policía de atrezo con pinta de no haber roto un plato. Al despropósito generalizado de la farsa contribuye además un puñado de canciones de grupos vascos de pop-rock que, como en la reciente e igualmente fallida Cerca de tu casa, ponen la puntilla al invento y sus pretensiones autoconscientes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios