Premios del Cine Europeo

Ralph Fiennes: "Dirigir y actuar a la vez es como tener dos cabezas"

  • El actor inglés, que recibe este sábado el galardón honorífico de la Academia Europea, presenta en Sevilla su tercer filme como director

Ralph Fiennes, junto a la traductora Concha Ortiz, en el Teatro Alameda.

Ralph Fiennes, junto a la traductora Concha Ortiz, en el Teatro Alameda. / Juan Carlos Muñoz

Desde que debutara en el cine interpretando a Heathcliff en una adaptación de Cumbres borrascosas, Ralph Fiennes (Suffolk, Inglaterra, 1962) encarnó con su pronunciada sensibilidad a personajes atribulados, tocados por una dolida sentimentalidad. Fue El paciente inglés o El jardinero fiel y vivió El fin del romance, trabajos memorables que no obstante parecían encasillarlo en un mismo registro, pese a que uno de sus primeros papeles, el enloquecido Amon Goeth de La lista de Schindler, había señalado la capacidad de Fiennes para transfigurarse en otro si el guión lo demandaba.

Con la madurez, sin embargo, el actor ha sabido reinventarse: se hizo popular entre las nuevas generaciones al dar vida a Lord Voldemort y luchar contra el amado Harry Potter y ha dejado atrás esa elegancia tristona que le caracterizaba con la deliciosa comicidad de El Gran Hotel Budapest o la intensidad y la extroversión de Cegados por el sol. Este sábado, el intérprete será distinguido en el Teatro Maestranza por la Academia Europea con el premio que reconoce la labor de un profesional del continente en el cine mundial. Fiennes aprovechó para presentar en Sevilla su tercer filme como director, The White Crow, en el que recrea la vida del bailarín Rudolf Nureyev.

"En nuestra generación se decía que si querías ver ballet tenías que verlo a él", señaló Fiennes, que admitió tener más interés en la persona que estaba detrás de la leyenda, el joven que "quería buscar su vida", que huyó de su país "ávido de arte, de literatura, de teatro", comenta un actor que es hijo de una novelista y un fotógrafo y que en su charla concede una gran importancia a la cultura.

Para Fiennes, ser director y actor en un mismo proyecto -como ocurre en The White Crow y sucedía en sus anteriores largometrajes tras la cámara, Coriolanus y La mujer invisible- es "algo tan loco como tener dos cabezas. Quieres estar concentrado en tu personaje, pero tienes que estar pendiente de comprobar las luces, hablar con el operador de cámara y dar indicaciones a tus compañeros", asegura.

Ralph Fiennes, en el Teatro Alameda. Ralph Fiennes, en el Teatro Alameda.

Ralph Fiennes, en el Teatro Alameda. / Juan Carlos Muñoz

Fiennes sólo buscó esta duplicidad la primera vez "por ambicioso y un poco tonto", pero en las siguientes se impuso esa dinámica como una pequeña fatalidad y, cuenta Fiennes, como la mejor fórmula para cerrar la financiación.

De los cineastas con los que ha colaborado en su filmografía, Fiennes destacó al malogrado Anthony Minghella (El paciente inglés) como el maestro del que aprendió el método que debía seguir. "Era un espíritu muy colaborativo, tenía en cuenta la opinión de todo el equipo técnico y sabía sugerir a los actores sin forzarlos o encorsetarlos", recordó. El británico se mostró asimismo agradecido a Wes Anderson por haberse podido sumar a "esa compañía estable" de intérpretes con los que el texano suele contar, "y hasta me dejó elegir el personaje cuando me envió el guión. Pero he de decir una cosa: Wes no te deja improvisar nada", precisó con una sonrisa.

En 'The White Crow', Fiennes retrata a Rudolf Nureyev, un hombre "ávido de arte"

En su primera visita a Sevilla -"no había venido y estoy conmovido por la arquitectura, la luz y la calidez de la gente"-, confesó también que estuvo a punto de decir no al mismísimo Harry Potter. "Yo no sabía nada de él, sinceramente, pero mi hermana se escandalizó: ¿Que vas a rechazar hacer de Voldemort? Eso me hizo darme cuenta de mi error".

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