CINE

Hogar, terrorífico hogar

  • La pareja Wan y Whannel, los autores del primer y mejor 'Saw', recupera uno de los clásicos del género, las casas encantadas

En las modernas estrategias de Hollywood para seguir captando clientes en estos tiempos decadentes hay una que se ha convertido en perversa. Intentar crear pequeños mitos prefabricados desde su origen que intentan colar como filmes modestos que han sabido abrirse camino desde una marginalidad. Es decir, lo que le ocurrió a Robert Rodríguez, el último que con su 'El mariachi' pudo decir que lo hizo de verdad. Después vino la tomadura de pelo de 'El proyecto de la Bruja de Blair', que a su pesar sentó escuela. Los títulos de terror modestos, que intentan dar el pego como reales, que cuestan cuatro archiprogramados duros y que hacen creer en el sueño americano: cualquier cantamañanas provinciano con talento, una cámara digital y más caradura que vergüenza puede triunfar en el competitivo Hollywood actual.

Los hitos son varios, creando una estética de lo pobre que oculta una gran ambición. Así, citemos a vuelapluma los dos 'Open Water', con su prurito de "estar basado en hechos reales", los dos 'Paranormal Activity', más agresivos, pues se intentaba vender como una cámara oculta o 'Monsters', que hacía de su corto presupuesto una virtud a vender. Era como hacer una película 'indie' engarzándola en un género popular y rentable. Esto ha generado filmes como la reciente 'El último exorcismo', donde se recurría a una presunta cámara subjetiva para rodar varias partes.

Hoy viernes llega a las pantallas españolas la última muestra de este filón, aunque honestamente no intenta dar coba con lo de contar hechos reales. 'Insidious' recupera a una pareja que hizo escuela en el género de terror, James Wan y Leigh Whannell, los autores del primer y mejor 'Saw'. No pudieron evitar que sus hallazgos en este modélico film -otro que se apuntaba a la moda pero con fundamento- degenerarán en seis secuelas cada vez más absurdas, pero para desquitarse vuelven con un título que ha sido uno de los más rentables del año. 'Insidious' costó 1 millón y medio escaso de dólares, calderilla en los tiempos que corren, y tras su estreno el pasado abril en Estados Unidos recaudó unos 70 millones, ayudados por ditirámbicas críticas de los aficionados al género. Para que todo quede en casa, los productores del film son los mismos de 'Paranormal Activity'. Son como los Lucas y Spielberg de la baratura.

'Insidious' recupera uno de los clásicos temas del terror, como son las casas encantadas. Wan y Whannell querían plasmar en el guión una historia al viejo estilo donde lo importante no fueran las vísceras y la sangre -a lo mejor arrepentidos tras la experiencia 'Saw'- sino el suspense y el genuino escalofrío. Cuentan con la pareja Patrick Wilson -el Búho Nocturno de la incomprendida 'Watchmen'- y Rose Byrne -conocida por sus comedias- como protagonistas. Ellos son un matrimonio feliz que se mudan con sus tres hijos. Uno de ellos cae en un inexplicable coma tras un accidente doméstico, a la vez que empiezan a producirse fenómenos extraños en la nueva casa. La mujer empieza a creer que su hogar está poseído por espíritus malignos, que pueden estar intentando atacar a la familia. Tras acudir a un amigo experto en estas cuestiones, se deciden a actuar.

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