el tiempo de los monstruos. Comedia dramática, España, 2015, 93 min. Dirección y guión: Félix Sabroso. Fotografía: David Azcano. Música: Daniel Belardinelli. Intérpretes: Javier Cámara, Candela Peña, Carmen Machi, Julián López, Secun de la Rosa, Jorge Monje, Pepón Nieto, Pilar Castro.  

Además de las obvias referencias al teatro del absurdo de Ionesco, Beckett o Pirandello, hay quienes también citan al Buñuel de El ángel exterminador o al Resnais de Vous n'avez encore rien vu para emparentar este experimento huis clos con el que Félix Sabroso, ya sin su cómplice habitual Dunia Ayuso, fallecida en 2014 y a la que está dedicada su cinta, regresa de manera discreta a la cartelera.

Quien fuera epígono almodovariano en sus inicios (Perdona bonita..., El grito en el cielo, Descongélate), parece querer poner un punto y aparte en su carrera replegándose a un juego autoconsciente, teatral y algo plomizo que encierra a sus personajes, actores en busca de director y director en busca de intérpretes e historia, en una mansión de lujo. Se desarrolla en ese espacio único una suerte de función cómico-dramática reflexiva y en proceso de autoconstrucción en la que es difícil separar el grano de la paja, tal vez porque el texto no es tan fino como se cree, el tono es siempre demasiado grave y solemne y los intérpretes, todos ellos de sobradas prestaciones, están demasiado atados en corto.

El tiempo de los monstruos se empantana así de la misma forma que sus criaturas descubren sin demasiada tensión ni comicidad el artificio en el que se ven envueltas, atenazadas por un nonsense que, en ocasiones, parece un simple pretexto para camuflar lecturas de más profundo calado sobre la creación, los mecanismos especulares de la ficción o la muerte del autor sobre la que gravita su premisa.