Los sindicatos CSIF, UGT, CCOO y CGT trasladarán en los próximos días un paquete de medidas al equipo de gobierno destinadas a "reducir el gasto municipal y, sobre todo, a garantizar la continuidad y la calidad de los servicios públicos, favoreciendo la creación de empleo". Unos objetivos y unas medidas que, según destacó Juan Molina, de CCOO, "se hacen ahora, cuando con medidas como el decretazo del Gobierno se abre el camino a futuras actuaciones encaminadas a la privatización y externalización de los servicios públicos, más necesarias que nunca".

Dichas medidas, de las que hoy (13:00 h., Teatro Moderno) se pondrá al corriente a los trabajadores del Ayuntamiento y de las empresas municipales con motivo de la asamblea general convocada para informar sobre la huelga del próximo 8 de junio, parten de la "necesidad de suprimir la totalidad (14) de los asesores de Alcaldía, ya que su labor, de la que no cuestionamos su eficacia, la pueden realizar los técnicos municipales, propiciando un ahorro estimado y necesario de más de medio millón de euros".

"Asimismo", añadió Juan Molina, "solicitamos la supresión de las horas extras y que, llegado el caso de ser necesario un refuerzo, se contrate directamente y de forma eventual a personas en paro y no a través de empresas que se llevan gran parte del beneficio". Una medida que, según apuntó Antonio Barbosa Caro, de UGT, "ya hemos planteado para la Feria y ha sido rechazada".

Por otra parte, Paco Mena, de CGT, apuntó la "necesidad de rescatar los servicios de limpieza y recogida de basuras, una medida que reportaría un ahorro anual de entre 1,5 y 2 millones de euros, además de garantizar los puestos de trabajo".

La eliminación de las dietas por acudir a los consejos de administración, la supresión de la publicidad que tenga como objetivo dar a conocer la gestión del equipo de gobierno o la reducción de los gastos de representación son otras de las demandas planteadas por los sindicatos. Un paquete de medidas que, según resaltó Juan Molina, "completamos con la obligatoriedad de no hacer recortes en parcelas como Educación, Cultura, Cooperación, Servicios Sociales y Sanidad".

Por otra parte, la totalidad de los representantes sindicales, que propiciaron una imagen de unidad difícil de captar meses atrás, invitaron, como lo harán hoy, al conjunto de los trabajadores, "a todos", a tomar parte activa en una huelga que, destacó Paco Mena, "no tiene como objetivo esencial la defensa de los salarios, sino que va más allá, ya que se trata de salvaguardar los derechos que los trabajadores hemos conquistado a lo largo de los años y, sobre todo, la continuidad, desde la calidad, de los servicios públicos, algo que no gusta a la derecha europea y a lo que, desgraciadamente, parecen querer contribuir los gobiernos de izquierda como el de España".

"Si los empleados públicos", añadió, "tuviésemos la certeza de que con el recorte del 5% en los salarios se iban a poner en marcha medidas para rebajar el desempleo, nadie estaría hablando de huelga". "Pero", concluyó, "la realidad es otra y se busca recortar los derechos de los trabajadores, a los que a buen seguro se nos van a exigir mayores sacrificios, para pagar los errores del mercado, de los bancos y del sistema financiero".

Por su parte, Manuel Domínguez, del CSIF, destacó que, "esta no es una huelga de privilegiados, aunque el Gobierno esté favoreciendo esta imagen. Los empleados públicos, cuyo sueldo está sirviendo para mantener a familias que ya sufren las consecuencias del paro en muchos de sus miembros, hemos perdido en los últimos 18 años un 42% de poder adquisitivo".

Por último, Juan Molina, que explicó que el próximo día 8 los trabajadores recorrerán las calles de la localidad y que con posterioridad se procederá a la lectura de un manifiesto común, apuntó que, "somos muchos los que pensamos que, con casi 5 millones de parados, había motivos suficientes para haber convocado esta huelga y una general mucho antes, algo que, obviamente, no podemos decidir desde Chiclana".