La suerte dio ayer la cara en Chiclana con el sorteo extraordinario de El Niño al dejar un total de 2 millones de euros muy repartidos entre vecinos de esa población gracias a un tercer premio con el número 84.222. La administración de loterías que repartió la fortuna se convirtió en un hervidero de curiosos y premiados poco después de que se conociera la notica, que corrió como la pólvora por todos los rincones del término chiclanero.

La administración que llevó la alegría a muchos hogares de Chiclana se sitúa junto al conocido Bar Restaurante El Pájaro, en la calle Mendizábal, donde su responsable, María Dolores Cornejo, no pudo ocultar su satisfacción por haber sido la causante de tanta felicidad. En total, facilitó ocho billetes del número premiado, sin embargo tuvo que devolver otros 22 billetes del mismo número que se quedaron sin vender.

La noticia de que Chiclana era uno de los municipios agraciados con el sorteo de El Niño surgió sobre las doce y cuarto del mediodía. Muy poco después ya se concentraba gran cantidad de personas, algunos de ellos con sus décimos premiados en mano, frente a la administración para festejar el acontecimiento acompañados de familiares, amigos y, cómo no, con champán.

Los comentarios, anécdotas y deseos de los agraciados se sucedían conforme avanzaba la mañana, pero el relato más conmovedor salía de boca de Rosario Peña Roldán, viuda con seis hijos. "De estar en la puerta de un banco porque me desahuciaban he pasado a tener un premio de 25.000 euros", expresaba con lágrimas en sus ojos.

Y no es para menos, porque la historia de Rosario arrastra desgracia, dolor y rabia desde que en mayo de 2013 se quitó la vida su marido, una decisión que, según señaló, se debió a la imposibilidad de hacer frente a la hipoteca de su vivienda. Después de numerosas negociaciones con la entidad bancaria, ahora disfruta de un alquiler social y ya tiene pensado lo que va a hacer con el dinero: "Repartirlo entre toda la familia, mis hijo y mis nietos".

Pero en la misma puerta de la administración también contaba su historia Paola Alba Galvín, quien acababa de llegar de San Fernando, donde se enteró de que tenía un décimo del número 84.222. Embargada por la emoción indicó que fue su madre, Maleni Galvín, la que adquirió ese décimo tras pagarlo con otro premio de una terminación de la Lotería Nacional. Sin embargo, fue su padre, Antonio Alba, quien decidió la compra de un número que acabara en 22.

La gerente de El Pájaro, Pepi Torres, también compró ese número premiado con 25.000 euros que compartirá con una amiga. Curiosamente se enteró de que le había tocado cuando estaba viendo la televisión en su local, justo al lado de la administración donde compró el décimo. De inmediato , se puso un abrigo sobre su ropa de faena y sin pensárselo se sumó a la fiesta que se desarrollaba a muy escasos metros de su puesto de trabajo.

Al parecer, trabajadores de la cadena de alimentación Mercadona en la alameda Solano también han sido recompensados con varios décimos, según se comentaba entre el bullicio. Además, la administradora recordó que una pareja entró en su despacho en vísperas del sorteo y que ella dijo que sólo tenía 20 euros para comprar un décimo. "Le vendí uno terminado en 22, así que seguro que ahora lo estará celebrando".

Dar el tercer premio del sorteo del Niño ha sido para la administradora María Dolores Cornejo "el más importante que he dado en mi vida, aunque ya haya dado otros de la Primitiva o la Bonoloto". Ella no se quedó con ninguno de los décimos de la suerte, tan sólo ha ganado 60 euros con la terminación de un número fijo con el que juega su administración.