“Despierta vecino, despierta cofrade…”. Así dio comienzo el pregón de la Semana Santa de Chiclana que pronunció Iván Roa en el Teatro Moderno, lleno de mensajes optimistas y de ilusión en la vuelta a la normalidad de los cofrades tras el mal sueño que ha supuesto la pandemia.

Representantes de las hermandades chiclaneras, de los grupos parroquiales, costaleros, así como de autoridades municipales acudieron a este encuentro que supone la antesala de la Semana Santa de Chiclana.

Antes del pregón sonó la marcha Siempre La Esperanza interpretada por la banda de música Maestro Enrique Montero y elegida por el pregonero por su “aire alegre”, acorde al aire de su pregón y su forma de pregonar. “Quiero que al escucharme nadie sienta pena, sino más bien todo lo contrario: que recuerden que estamos saliendo, que este año ya hemos salido”, explicaba antes del pregón.

Roa, que usó principalmente el verso, aunque se apoyó también en la prosa, incluyó mensajes para todas las hermandades y dio las gracias a Chiclana, “ciudad que me ha dado tanto sin yo haber hecho nada para merecerlo”. La presentación estuvo a cargo de José Manuel Lechuga, pregonero en 2018.

De esta forma, Roa, gaditano con una gran vinculación a Chiclana, pregonero el año pasado de la Semana Santa de Cádiz y de la Hermandad del Rocío chiclanera, hizo un recorrido por toda la Semana Mayor del municipio, “el mayor espectáculo del mundo”. Empezando por el Domingo de Ramos, cuando “Chiclana cree y se hinca de rodillas rodeada de olivos mientras grita San Sebastián sintiéndose cautivo por la Angustia de una madre que camina sin alardes creyendo, siempre creyendo al comenzar la tarde”; pasando por el Martes Santo, “cuando en un rincón de la morada donde habita el desconsuelo la Madre Santa del miedo va librando una batalla”; el Jueves Santo, cuando “se retorcieron mis entendederas cuando por fin le puse rostro a La Caridad”; o el Viernes Santo, cuando “el silencio se adueña de Chiclana y el sonido de las veletas sacude las entrañas”.

En la parte final del pregón, la más personal, Roa trazó paralelismos entre Cádiz y Chiclana, su ciudad natal y la que le ha acogido durante los últimos años. En los últimos versos hizo mención a la ría que inundó Chiclana en 1965 y recordó a los chiclaneros que iban a Cádiz en bicicleta para trabajar, “para ganar su comida con las manos encalladas”.

Además, hizo mención a la Virgen de los Remedios, a Santa Ana y a la Virgen del Rocío, a las que dedica unos versos en todos sus pregones. Roa cerró el pregón con las dos ciudades en las que ha sido pregonero: “Cádiz fue la primera que me vio salir del vientre (…) Pero tú Chiclana bella, la que el viento se me bebe (…) siendo tú mi costalera y siendo yo tu penitente recorriendo tus aceras deshojando primaveras desde hoy para siempre”.