La planta de transferencia de residuos de Chiclana, que dará cobertura a 180.000 habitantes del municipio, así como de Conil y Vejer, sigue cerrada. Un año y medio después de su inauguración, el espacio espera la puesta en marcha del proyecto después de que la Diputación Provincial de Cádiz asumiese su gestión. Hace dos meses, en una visita del vicepresidente del Consorcio para la Gestión de Residuos Urbanos, se anunció la "apertura inminente" del centro, que podría empezar a funcionar, si los trámites lo permiten, antes de que acabara este 2022.

La presidenta del PP de Chiclana y diputada andaluza, Ascensión Hita, calificó como “un fracaso de gestión" la puesta en marcha del proyecto. "Es una pena que una infraestructura de primer orden esté paralizada por la torpeza de unos dirigentes que están más preocupados de hacer política contra el PP de Chiclana y la Junta de Andalucía que en el interés de los ciudadanos”, planteó la popular.

El centro ha recibido una inversión de 2,3 millones de euros de la Junta y está llamado a "ser un referente en el cuidado del medioambiente" y situar a Chiclana como "punta de lanza de la provincia en reciclaje, economía circular y el tratamiento de residuos”.

Por ello, Hita pide a las administraciones competentes que trabajen "por poner en funcionamiento unas instalaciones que tienen paralizadas, pese ser muy importantes para el desarrollo de la economía verde en nuestra ciudad”.

El nuevo servicio podrá atender el incremento de residuos que se genera durante el verano, al crecer de manera sensible la población residente en municipios de gran atracción turística. Además, ofrece sus prestaciones en circunstancias de parada técnica de cualquier otra planta de transferencia del entorno y podrá ser un recurso adicional para las localidades más cercanas al litoral de La Janda como son Vejer, Conil, Barbate e incluso Medina.

La finca de 85 hectáreas fue adquirida por el Ayuntamiento, la Junta aportó el sellado y posterior construcción de estas instalaciones y la Diputación provincial y los ayuntamientos del Consorcio la pondrán en marcha. Chiclana genera anualmente unas 65.000 toneladas de residuos y estas nuevas instalaciones contarán con un punto de reciclaje de distintos elementos, por lo que, además del ahorro económico, se mejorará la gestión medioambiental.

La planta permitirá además aliviar a los municipios vecinos de Vejer, Barbate y Conil, una zona en la que en verano hay una gran acumulación de visitantes y, por tanto, aumenta mucho el número de toneladas.