Chiclana

Una multitud de personas acude a la Gran Fiesta del Agua en el centro

  • Esta actividad, que por primera vez se celebraba en la ciudad, tuvo una enorme repercusiónl Los pequeños y no tan pequeños disfrutaron de un parque acuático en pleno casco histórico

El centro de la ciudad se convirtió ayer en un verdadero parque acuático con la instalación de un tobogán deslizante de 150 metros de longitud en la calle Corredera y un hinchable, ubicado en la calle La Plaza. Ayer, el casco histórico desprendía un ambiente festivo como en pocas tardes de verano se recuerdan. Niños y mayores disfrutaron a lo grande de la 'La Gran Fiesta del Agua', que por primera vez se celebraba en la localidad.

A pesar de que el día se tornaba nublado y con un calor sofocante, desde primeras horas de la tarde, el centro de Chiclana se iba llenando de gente conforme se acercaba la hora del comienzo de esta actividad, prevista a las 17:00 horas de la tarde. Así, mientras todos los comercios permanecían cerrados, las primeras personas guardaban cola para deslizarse por el tobogán acuático que comenzaba en la Plaza Patiño, seguía por la calle Corredera, atravesaba La Vega y concluía al final de la calle Artesano Pepe Marín. Sólo había un requisito indispensable para poder tirarse por el extenso tobogán: portar flotador, colchoneta o tabla para poder resbalar mejor y llegar hasta el final de dicho tobogán. Para paliar las altas temperaturas, los responsables de esta actividad, encargados de mantener el agua y la espuma en el deslizador, refrescaban con mangueras a los curiosos situados en los alrededores del tobogán. La otra atracción acuática prevista para este gran día, una gigantesca colchoneta hinchable que contaba con una piscina al final de la misma, situada en la calle La Plaza, también congregaba a un gran público, expectante por subir a la atracción.

Los participantes esperaron largas colas para poder deslizarse por ambos toboganes

A medida que avanzaba la tarde, cada vez más chiclaneros y turistas comenzaban a llegar, por lo que no tardaron en formarse enormes colas en las dos atracciones. Aunque la más numerosa fue, sin duda, la situada en la calle Corredera, en la que en algunos momentos las filas llegaron al final de la calle San Martín, muy cerca del Teatro Moderno, formando una especie de U en las calles adyacentes a la Plaza Patiño.

Para subir al tobogán hinchable, situado en la calle La Plaza, al que se podía acceder comprando un ticket, también había que esperar una extensa cola formada por los más pequeños en la calle Nueva. Los aledaños de estas calles también se contagiaron de la alegría de los pequeños y no tan pequeños que participaban en estas actividades, que contrastaba con el aspecto que ofrecía los comercios de la ciudad, la mayoría de ellos, cerrados.

La multitud de curiosos que se congregó en las inmediaciones de las dos atracciones, disfrutaban del júbilo propio de los participantes de esta actividad. Asimismo, los usuarios, de todas las edades y ataviados con ropa playera, llenaron de color y diversión las principales calles del centro urbano hasta la finalización de este evento, en torno a las 21:00 horas.

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