La noche del 23 al 24 de junio volvió a ser ayer en la ciudad sinónimo de fiesta y celebración, a través de la docena de representaciones que en diferentes puntos del término municipal se instalaron para, posteriormente, ser quemadas a las doce de la medianoche. Así, fueron muchos lo que acudieron un año más a la cita con las diferentes asociaciones y colectivos que instalaron los más diversos motivos y representaciones, la mayor parte de las mismas en clave local y con el buen humor y el sarcasmo como principales ingredientes. Entre los diferentes 'juanillos' que ayer ardieron en calles y plazas de la ciudad volvieron a estar algunos ya tradicionales y que cada año repiten como parte de esta tradicional fiesta, como los del Bar Richard, la asociación Ermita de Santa Ana o Panzacola, en la imagen. Al cierre de esta edición, la fiesta se desarrollaba sin incidentes.