De sobra conocida es la rica y variada gastronomía de la provincia de Cádiz pero, en demasiadas ocasiones, no tanto el nombre de los profesionales que desde esta tierra le dan forma para deleite de paladares exigentes.

Por falta de cantera no será. Que se lo digan al chiclanero Antonio Rubio Vela, de 20 años, cuya pasión por los fogones le ha llevado a conseguir el segundo puesto en el certamen AndalucíaSkills en la categoría de cocina, un campeonato bienal a nivel autonómico dirigido al alumnado de las enseñanzas de Formación Profesional de Andalucía y también una cita que premia el nivel de desarrollo de las competencias profesionales de tipo técnica y el grado de excelencia de sus participantes.

Méritos que a Rubio Vela le sobran. El “gusanillo” de la cocina le llegó en la adolescencia, con 16 años. Su tío mudó de negocio y le dio la oportunidad de entrenarse en estas lides, sobre el terreno. La familia, para este amante de la repostería, siempre ha sido “un gran apoyo”.De sus raíces familiares procede también la primera referencia del chiclanero en el mundo de la hostelería. De sus abuelos, su madre y tíos… Del Bar El 22, espacio anclado en su memoria sentimental y punto de partida de una trayectoria imparable.

Estudiante del Ciclo Formativo de Grado Superior: Técnico superior en dirección de cocina del IES Escuela de Hostelería San Roque, desde este centro ha recibido también el calor de sus compañeros, que valoran “tantos meses de dedicación y de esfuerzo. Se sienten orgullosos de lo que he conseguido y me animan a seguir adelante, a terminar el grado superior”, afirma el joven de Chiclana.

Rubio Vela se ve en un futuro cursando un máster, el grado de Ciencias Gastronómicas en Valencia o trabajando en el País Vasco, cuna de maestros cocineros; “todo lo que sea para formarme”, explica. Ilusión, tesón y gusto: los ingredientes clave de cualquier receta de éxito.