Uno de los días más calurosos de lo que va de primavera dio la bienvenida desde temprano a las celebraciones del Corpus Christi ayer en la ciudad, una festividad que dio comienzo con la tradicional y concurrida eucaristía celebrada en la Iglesia Mayor.

Tras la misa, la Custodia realizó un recorrido procesional por las principales calles del centro de la ciudad, una salida en la que estuvo acompañada por decenas de niños y niñas ataviados con el tradicional traje de Primera Comunión. Asimismo, los representantes de las hermandades y cofradías de gloria y de pasión de la ciudad y otros grupos de la Iglesia Católica también formaron parte de un cortejo en el que las autoridades políticas y religiosas no faltaron en la presidencia del mismo, así como los representantes del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, organizador de la procesión.

Fue la Banda de Música Municipal Maestro Enrique Montero la que acompañó con sus sones a la Custodia, en un recorrido en el que este año, a diferencia del pasado 2012, no se incluyeron calles de La Banda.

Entre los momentos más destacados del desfile estuvo el paso del cortejo ante los diferentes altares instalados este año en las calles, un total de cuatro en esta ocasión. Estos monumentos estuvieron a cargo de la Hermandad del Medinaceli, presidido por un Niño Jesús a la entrada del colegio del mismo nombre; el Grupo Parroquial Divina Pastora del Santo Cristo, presidido por una imagen de su titular mariana, en la calle Padre Caro; la Hermandad de Humildad y Paciencia, con una imagen de la Virgen del Carmen frente a la iglesia de San Telmo, y un altar instalado por un particular, en La Vega.