Cuando agosto empieza a ver llegar su final en el horizonte, Chiclana también se prepara para una de las épocas del año con más tradición en la ciudad, en lo que a sus sectores económicos se refiere, aunque ni por asomo con la intensidad ni la repercusión que lo hacía antaño. Se trata de la vendimia, la campaña de recogida de la uva en las viñas de la localidad, unos cultivos notablemente mermados ya en comparación con lo que esta industria supuso para el municipio hace no tantas décadas, pero que aún se resiste a no seguir formando parte de la imagen y de la idiosincrasia de una ciudad que debe gran parte de lo que fue al sector vitivinícola.

Y como en otros tantos sectores económicos y sociales, el de la recogida y la pisa de la uva también tiene que adaptarse cada año a los numerosos cambios, naturales y artificiales, que con el paso del tiempo se van imponiendo, entre los que se mantiene con gran peso la climatología.

El virus que afecta a la uva de otras zonas del Marco de Jerez no está teniendo incidencia en la ciudad

En este caso, un verano marcado por las bajas temperaturas a lo largo de prácticamente todo el mes de julio ha provocado que el grado de maduración de la uva aún no haya alcanzado a estas alturas los niveles adecuados, lo que motivará, entre otras circunstancias, un retraso en el inicio de la vendimia en la presente campaña.

Así lo explicaba ayer a este medio Sebastián Aragón, responsable de las Bodegas Manuel Aragón, de las primeras cada año en pisar las viñas para recoger su uva sauvignon blanc, una cosecha que en esta ocasión dio comienzo el lunes 20 de agosto, con tres semanas de retraso respecto a lo que sucedió el pasado año, cuando esta bodega comenzó a recoger esta modalidad de uva el 30 de julio.

"Las bajas temperaturas que han caracterizado la primera parte del verano han motivado que tengamos que retrasar la recogida de la sauvignon blanc en tres semanas respecto al año pasado, aunque el levante y el calor del presente mes de agosto nos han permitido dar a la uva los grados de maduración y la calidad que necesita para que seamos muy optimista con la cosecha de este año", explicaba ayer a este medio Sebastián Aragón.

Asimismo, el representante de las citadas bodegas chiclaneras también aseguraba que la zona de Chiclana no se ha visto tan afectada como otras zonas del Marco de Jerez, como Sanlúcar o la propia Jerez, en lo que se refiere al nuevo virus que está afectando a la uva últimamente, explicando en este sentido que "por aquí las viñas siguen estando afectadas por el hongo que se genera a causa de la humedad, pero es algo a lo que ya estamos acostumbrados y tenemos medios para combatirlo".

Por ello, Aragón destacaba que confiaba en que la producción de este año rondara los 8.000 kilos por hectárea, en torno a un 10% más que el pasado año, y auguraba una muy buena calidad de una uva sana y con el equilibrio necesario entre acidez y azúcar.

Por otra parte, desde las Bodegas Manuel Aragón emplazaban una vez que finalice la recogida de la uva sauvignon blanc, a la que destinan unos cuatro días, hasta finales de mes o principios de septiembre para recoger otras modalidades como la moscatel, la Pedro Ximénez, etc.

Por su parte, Manuel Manzano, presidente de la Cooperativa Unión de Viticultores Chiclaneros, entidad que aglutina a la inmensa mayoría de los viñistas de la localidad con unas 300 hectáreas dentro de su producción, apuntaba también en esta línea a preguntas de este medio que a diferencia de lo que sucedió el pasado año, cuando la vendimia comenzó para ellos a finales de agosto, esta campaña podría dar comienzo entre el 6 o el 7 de septiembre, algo que aún no está decidido y que, a buen seguro, se terminará de fijar en la reunión del Consejo Rector de la Cooperativa que se celebra mañana jueves.

"En estos días estamos haciendo las correspondientes pruebas de maduración y calidad de la uva a pie de viña para tener una previsión más exacta de las fechas en las que nos podremos mover para iniciar la campaña", explicaba Manzano, al tiempo que afirmaba que "esta semana será clave para poder determinar tanto las previsiones de maduración de la uva como la cantidad de producción en la que nos podemos mover este año, unos parámetros que aún no están definidos pero respecto a los cuales confiamos en que el clima que está haciendo estos días y el que se prevé para las próximas semanas termine propiciando las condiciones adecuadas".