Chiclana

"Sentimos el asesinato de Dolores Amaya como si fuese de nuestra familia"

  • El que hasta ahora era máximo responsable del Cuerpo en la localidad asegura que se va con el convencimiento de que deja a "un gran grupo humano y de profesionales que está las 24 horas al servicio de los chiclaneros"

Tras cinco años de servicio en una de las ciudades más complejas para operar por su vasta extensión, creciente población y carácter turístico, el comandante Arturo Ortega deja el Puesto de la Guardia Civil en Chiclana para afrontar un nuevo reto profesional, en esta ocasión en la Comandancia de Melilla. Satisfecho por la labor realizada y reconocida por la población al frente de un "gran grupo humano y profesional, el hasta ahora máximo responsable del Cuerpo no duda en señalar el asesinato de Dolores Amaya como el trago más duro y amargo que le ha tocado vivir.

- ¿Qué recuerda de los días posteriores al asesinato de Dolores Amaya?

- Lo primero, que fueron unas jornadas muy duras y de intenso trabajo. Recuerdo que durante los nueve días que duró la investigación todo el Cuerpo se volcó en el caso, ya que había el sentimiento generalizado de que habían asesinado a una joven que para nosotros era como si fuese de nuestra familia. Fue muy duro para todos, para nosotros, pese a que logramos identificar y detener al autor de los hechos, y para la ciudadanía.

- Un asesinato que, por otra parte, generó una sensación de inseguridad en la ciudad desconocida hasta entonces.

- Era lógico que fuese así, casi siempre ocurre cuando una población vive un episodio de estas características, tan trágico. No obstante, se trató de una sensación más que de una realidad, ya que los niveles de delincuencia y hechos delictivos no se incrementaron por esas fechas.

- ¿Esos niveles a los que alude han fluctuado mucho en los últimos cinco años?

- No. Chiclana mantiene unos valores muy aceptables, más aún si se tiene en cuenta la complejidad de su término, con un amplio parque de segundas residencias repartidas a lo largo de cientos de caminos que, si cabe, dificultan un poco más las tareas de vigilancia.

- ¿Son las viviendas, esta segunda residencia, objeto de la mayor parte de los robos que se producen en la localidad?

- Prácticamente, sí, aunque también son reseñables los robos en vehículos.

- ¿Qué perfil suele tener el delincuente tipo y más activo que opera en Chiclana?

- Normalmente se trata de jóvenes con edades que van desde los 16 a los 20 años y que, obviamente, se dedican a lo que podemos definir como robos menores.

- ¿Estos valores que define como aceptables se mantienen también en ese otro frente que es la venta y el consumo de drogas?

- Como bien conoce y observa el ciudadano, se trata de una lucha diaria para el Cuerpo de la Guardia Civil. Siempre que tenemos constancia de la existencia de puntos de venta vamos y lo desmantelamos, aunque también es cierto que después surgen en otras zonas. No obstante, no hemos observado un incremento de la venta y el consumo de drogas, al que, obviamente, hay que prestar una especial atención en los meses de verano, ya que los que mueven estos pequeños puntos de venta también se quieren aprovechar del incremento poblacional, sobre todo de los jóvenes.

- Por otra parte, se va usted de Chiclana con la satisfacción de haber dado también un paso muy importante en la protección de las mujeres maltratadas

- Sí. En los últimos años hemos puesto en marcha un grupo de protección a las mujeres maltratadas que, junto a la estrecha colaboración que hemos mantenido con la Policía Local, creo que ha logrado que las mujeres se sientan más respaldadas y protegidas.

- ¿Cree que ha servido para que las mujeres que sufren esta lacra se hayan decidido a denunciar en mayor número a sus agresores?

-Supongo que todo lo que vaya en favor de que se sientan más seguras y apoyadas para superar la situación que sufren es siempre positivo y, por tanto, para ello hemos de seguir trabajando. No obstante, también es lógico pensar que aún hay muchas mujeres que siguen sin dar el paso por miedo a sus parejas.

- Hablaba antes de cooperación con la Policía para combatir el maltrato, ¿se ha extendido este entendimiento a otras áreas durante estos años?

-Sin lugar a dudas, tal y como lo atestiguan el protocolo rubricado en 2007 en relación a la violencia de género o el Plan local de seguridad, tráfico, atención al turismo, etc. Documentos que han tenido su correspondiente y coordinado desarrollo desde que se rubricaron.

- Lamentablemente, durante estos años también ha tenido que hacer frente a inundaciones y grandes incendios, ¿qué recuerdos tiene?

- La verdad es que han sido episodios trágicos, ya que han perjudicado a muchas familias y a sus bienes. Son situaciones en las que lo hemos dado todo, estando muy cerca de la población y sintiéndonos muy orgullosos de nuestra condición de guardias civiles.

- Con todo ello, ¿se va con el sentimiento de que deja tras de sí un Cuerpo mejorado?

- Creo que sí, ya que a las mejoras señaladas, a las que hay que unir el reforzamiento del Seprona con un sargento o la puesta en marcha del grupo de inspección ocular, también hay que destacar el incremento de efectivos, actualmente en 160; la mejora de las instalaciones y de los medios. Con eso y con el cariño que he recibido estas últimas semanas de mucha gente me voy a Melilla.

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