Chiclana

Restaurantes de la costa cierran la temporada con más pena que gloria

  • Los hosteleros reconocen que el mes de agosto ha sido bueno para sus negocios, todo lo contrario que julio y septiembre · Este verano algunos locales dieron el 'cerrojazo' antes de lo previsto

"Debemos unirnos para salir adelante. Todos tenemos hipotecas y ya va siendo hora de pensar en romper definitivamente la estacionalidad. Es momento de sentarnos todos los sectores implicados y encontrar alternativas", decía convencido el presidente de la Asociación de la Hostelería de Chiclana, Vittorio Canu.

Esa es la conclusión que extrae el representante de los hosteleros tras el término de la estación veraniega y ante los pésimos resultados económicos de restaurantes y bares ubicados en la costa de la ciudad. La gran mayoría de estos locales ya han cerrado sus puertas a la espera de iniciar una nueva temporada el año que viene, que normalmente comienza en Semana Santa hasta finales de septiembre.

Propietarios de esos establecimientos reconocieron que este verano ha sido bastante malo para sus intereses, si bien destacan que el mes de agosto deparó buenos resultados. Por contra, los meses de julio y septiembre fueron calificados de "pésimos", algo que no ocurría desde hacía muchos años. Como casi siempre, el turismo nacional es el que ha salvado la temporada a los hosteleros, ya que los extranjeros suelen alojarse en hoteles con todos los gastos incluidos y no consumen tanto como los españoles. Incluso estos últimos no han salido a almorzar o a cenar fuera con tanta frecuencia. Muchos de esos visitantes alquilan chalés o apartamentos donde prefieren cocinar después de haber llenado la cesta de la compra en hipermercados. Así, logran ahorrar una buena cantidad de dinero y apenas pisan un restaurante.

Y todo debido a la crisis, que como en otros muchos sectores, se ha notado con fuerza en los negocios hosteleros de la costa. Las pérdidas con respecto al pasado año oscilan entre el 15 y 20%. Además, algunos establecimientos han tenido que echar el cerrojo con antelación en vista de la escasez de clientela, aguantando hasta mediados del pasado mes. Mientras que en anteriores temporadas se cerraba a finales de septiembre, e incluso bien avanzado octubre.

Vittorio Canu manifestó que septiembre siempre ha sido un mes a tener en cuenta por la afluencia de turistas, pero que este año ha resultado ser bastante flojo, lo que ha influido negativamente en las cuentas de los hosteleros. Asimismo, la crisis también acarrea otro efecto importante en restaurantes y bares de la costa como es la reducción de personal. En este sentido, los establecimientos han tenido que contratar a menos camareros y cocineros para paliar gastos ante el bajón de consumidores.

El inicio del curso escolar también ha contribuido a la mala racha de los hosteleros. Al respecto, responsables de restaurantes precisan que el desembolso que supone la vuelta al colegio es algo que ocurre todos los años, pero que nunca había sido tan determinante y negativo como durante esta última temporada de verano.

Canu cree imprescindible tomar medidas cuanto antes para salir de este bache que atraviesa el sector de la hostelería. Por ello, apuesta por la implicación de los agentes sociales, políticos y económicos de Chiclana para poner en marcha iniciativas y proyectos para afrontar la crisis. "Hay que tener en cuenta que el invierno es más largo que el verano y todo ese periodo se podría aprovechar si se pudiera acabar de una vez por todas con la estacionalidad", indicó.

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