La delegada municipal de Fomento, Ángeles Polanco, apuntó ayer que está estudiando una fórmula "revolucionaria y acorde con los momentos de crisis que padecemos" para la gestión del hotel escuela Fuentemar y, en concreto, para su dirección.

Una apuesta que, según anunció, va a consensuar con todos los hoteleros de la localidad en una reunión que prevé celebrar en los próximos días.

"Nuestras actuaciones, que se van a desarrollar desde el reconocimiento y el mayor respeto a los profesionales del Fuentemar, van a ir encaminadas a potenciar su uso y en beneficio del conjunto de los intereses de Chiclana".

Estas afirmaciones las realizó la edil andalucista instantes después de recibir las críticas del PP por el 'cese' del hasta ahora director del Fuentemar, Lucas Flores. Una salida que, según señaló Nicolás Aragón, presidente popular, "no responde a criterios profesionales y nos devuelve a la época de la dedocracia y del carné en la boca".

Asimismo, Aragón mostró su preocupación y sospecha porque "el nuevo director pueda tener algo que ver con las posibles promesas de trabajo que se le pudieron formular a los miembros de la asamblea del PSA que dieron su voto para propiciar el cambio de gobierno, ya que," aclaró, "el proceso de elección de Flores se hizo en base a un proceso escrupuloso y por una empresa ajena al Consistorio"

Sobre este particular, Polanco aclaró que, "nuestro partido no es una asociación de parados y, al contrario de lo que ha hecho el PP en empresas municipales con trabajadores con posicionamientos socialistas, este gobierno no va a perseguir a nadie por sus tendencias políticas".