Extranjeros en Chiclana

Los británicos se hacen fuertes en Chiclana

  • La comunidad británica, con unas 700 personas censadas, es la más numerosa entre los extranjeros residentes en Chiclana y cuentan, incluso, con una asociación específica

David Fisher, presidente de la Asociación de Residentes Extranjeros (Chifra) en Chiclana.

David Fisher, presidente de la Asociación de Residentes Extranjeros (Chifra) en Chiclana. / Sonia Ramos (Chiclana)

Camisa de manga corta blanca a rayas, pantalón corto y chanclas de velcro para proteger una piel que demuestra, con su tono rojizo, no estar demasiado acostumbrada a los rayos del sol presentes día sí y día también en las costas de Chiclana. La descripción puede referirse a cualquier turista que haya decidido disfrutar de sus vacaciones en este rincón costero del suroeste penínsular. O no. Porque hay chiclaneros de adopción que eligen esta ciudad para vivir y no son capaces de encontrarle apenas defectos.

Según el estudio de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía, 2018 convivían 3.131 personas extranjeras, de las cuales el 23,47% eran nacidas en el Reino Unido. O lo que es lo mismo, 720 personas (el mayor número de población foránea de la localidad) hablan la lengua de Shakespeare por las calles de Chiclana e incluso cuentan con una asociación para hacer la vida más fácil a los británicos que deciden vivir en Chiclana. Chifra nació en 2008 y su presidente, David Fisher, cuenta, en un más que aceptable castellano, que su principal objetivo es facilitarle el día a día a las 438 personas asociadas.

“Cuando tienen algún problema me suelen llamar por teléfono para que les dé algún consejo”, explica este informático jubilado de 72 años de edad y llegado a Chiclana hace ahora 16 años. “Por ejemplo-continúa- la mayoría vivimos en el Pago del Humo, pero las 300 casas donde viven los asociados se encuentran en diferentes puntos de la localidad. Cuando alguien quiere mudarse me llama y yo intento ponerle en contacto con la persona que busca”.

Chifra no es una asociación al uso. Por más que se le insiste en si suelen mantener reuniones en algún punto de encuentro, Fisher explica que funcionan mediante correos electrónicos en los que detallan cualquier novedad relevante en una ciudad de la que se encuentran enamorados: “Vivimos en un paraíso que se llama Chiclana; eso es lo que le digo a mis hijos cuando voy a visitarles a Londres. Aquí todo es más pausado, no hay prisa, apenas hay atascos y...¡puedes ir sentado en los autobuses!”, exclama entre risas recordando las situaciones de aglomeración en el transporte público que vivía en su juventud en la capital inglesa.

¿Es difícil adaptarse siendo extranjero a la vida en la ciudad? David es rotundo. No. Y aprovecha para lanzar un elogio a la población de la localidad al comentar que “la gente aquí está acostumbrada a tratar con turistas, tienen el oído hecho a otros acentos y nos resulta más fácil adaptarnos”. Tanto es así que David no tiene ningún reparo en admitir que cae en las garras de Morfeo cuando acaba el almuerzo: “¡Sí, los británicos dormimos la siesta en Chiclana!”, admite con una carcajada.

“Sí, hay británicos que duermen la siesta en Chiclana”, asegura el presidente de Chifra

Indica que el clima, normalmente caluroso en verano (“Todavía no parece que estemos en julio”, matiza), provoca que sea casi una obligación descansar en las horas centrales del día. Todo son ventajas, puesto que el horario de los comercios, que permanecen abiertos “hasta muy tarde en comparación con el Reino Unido” hace que no sienta desaprovechado el día si descansa antes de cumplir con la costumbre del té: “Lo tomo a las seis, cuando me levanto de la siesta”, comenta con una sonrisa.

El problema de la falta de luz y agua en el extrarradio de Chiclana (“nos sentimos más protegidos gracias a la ayuda de diferentes asociaciones”, asegura) es el único lunar de un sueño español que no solo experimentan británicos jubilados: “El vicepresidente de la asociación es americano y trabaja en la base de Rota, por lo que aprovecha la línea directa gratuita para sus familiares para sentirse como en casa”. 

 Los británicos de Chifra también comparten esta sensación: “Estamos a una hora de Gibraltar y a menos de aeropuertos que, en poco tiempo, nos permiten volver a nuestro país”, explica David. “Estoy dos semanas en Londres con mi familia, pero durante el año prefiero quedarme en mi paraíso. Prefiero Chiclana”.

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