Las dependencias de la empresa municipal de Suelo y Vivienda (Emsisa) se trasladarán a su nueva sede de la Casa Cañizares, en la calle de La Plaza, en el plazo máximo de un mes, después que se hayan culminado los trabajos en la primera y segunda planta de este edificio, donde irán ubicados los empleados. Con este traslado parece que, al fin, podrán trabajar los funcionarios y técnicos en unas instalaciones cuyas obras se han alargado en el tiempo.

El nuevo inmueble, un proyecto elaborado por el anterior equipo de gobierno socialista, que también fue el que adquirió el edificio, no se ha encontrado terminado hasta ahora y serán en las próximas semanas cuando se le dé el empujón definitivo para su apertura.

En principio, estas nuevas instalaciones de Emsisa estarán ocupadas por alrededor de una veintena de personas, con una distribución mucho más apropiada y espaciosa para el trabajo que desarrollan los diversos técnicos municipales.

Además de los operarios de Emsisa, a este lugar se trasladarán los de la Delegación de Fomento. En concreto, la planta baja será ocupada por las dependencias de Turismo y Fomento una vez se realicen unas obras que son necesarias y que se prolongarán por espacio de unos tres meses, lo que tendrá un coste de 30.000 euros y de la que se ocupará, a través de una encomienda municipal, Emsisa.

De este modo, antes del verano, las dependencias estarán ya a pleno rendimiento, incluida la oficina de atención al público de Turismo, con lo que se ganará en mayor comodidad tanto para los funcionarios que se ocupan del trabajo de este área municipal como también para los miles de usuarios que acuden a ella en busca de información.

El lugar que las dependencias de Turismo dejan en la calle de La Vega serán ocupadas por la Biblioteca Municipal, con lo que también mejorarán las dotación cultural que en la actualidad ofrece el municipio, ganando espacio para actividades de diversa naturaleza.

La puesta en marcha del edificio del Emsisa antes de un mes arranca tras duros enfrentamientos entre el PSOE y el anterior gobierno liderado por Ernesto Marín (PP). Asimismo, el desarrollo de las obras ha pasado por distintos problemas que han retrasado su apertura hasta ahora.

Aunque las instalaciones de la calle La Plaza fueron impulsadas por los socialistas cuando gobernaban en mayoría, los populares retomaron la ejecución del proyecto durante su etapa de gobierno en la ciudad. Este último partido incluso no dudó en valorar positivamente la adquisición del edificio, si bien apuntaron en su día que tuvieron que realizar modificaciones en el proyecto original al considerar que eran necesarias para su mayor operatividad. Por ejemplo, en estos cambios que anunció el PP se encuentra la eliminación del espacio para un bar que iba a ir situado en la planta baja.

El último capítulo de confrontación entre el PSOE y el gobierno en coalición de Marín sobre Emsisa fue la inauguración del edificio por parte de los populares a finales del pasado mes de octubre, cuando aún era alcalde Ernesto Marín y que, por entonces, ni siquiera contaba con la licencia de ocupación y con luz de obra. La anterior delegada de Vivienda y vicepresidenta de Emsisa, Teresa Ruiz-Sillero (PP), negó las prisas por inaugurar el inmueble, ya que por esas fechas era casi inminente la moción de censura. De hecho, casi dos meses después el PSOE se hizo con el poder municipal tras 17 meses en la oposición.

Tampoco hay que olvidar los contratos de los distintos gerentes que han pasado por Emsisa a lo largo de los últimos años. Estas contrataciones han sido motivo de fuertes polémicas entre el PSOE y el PP, aunque cabe recordar que ambas formaciones políticas hicieron contratos blindados a sus respectivos gerentes, algo que ha supuesto un importante desembolso de las arcas municipales.