A poco más de 72 horas para la celebración del pleno extraordinario que tiene como objeto principal lograr el apoyo mayoritario de los miembros de la Corporación municipal para instar a Dragados a que, en un plazo máximo de cinco días, retome las obras de construcción del nuevo Ayuntamiento bajo advertencia de que, de lo contrario, se articularán las penalizaciones contempladas en el contrato, la empresa reanudó ayer las tareas .

Dicha noticia fue muy bien acogida por el equipo de gobierno, en especial por su responsable de Grandes Proyectos, Teresa Ruiz-Sillero, que se refirió a la misma como "una señal, al parecer clara, de que la empresa Dragados tiene intención de seguir ligada a esta importante actuación".

La concejal del Partido Popular, que a lo largo de esta semana ha mantenido algunos contactos con los representantes de Dragados, señaló que "en los próximos días nos volveremos a sentar para intentar alcanzar el que sería un acuerdo definitivo, algo que es conveniente tanto para nosotros, la ciudad, como para la propia empresa".

A la espera de que se produzca dicho acuerdo y de que, en consecuencia, la empresa prosiga con el ritmo de ejecución aparcado hace meses, Teresa Ruiz-Sillero aclaró que, "independientemente de este positivo y esperado gesto por parte de Dragados, el lunes se desarrollará el pleno extraordinario previsto, ya que", puntualizó, "conforme a procedimiento, es obligado que se proceda a la notificación a la empresa de la reanudación de las obras". Y es que en este caso no tiene valor el silencio administrativo, como sucedió con motivo de las obras de retirada del amianto. De este modo, además, se lo comunicó la Junta de Andalucía al Ayuntamiento en la reunión que mantuvieron ambas partes.

"Confiemos", concluyó la responsable municipal de Grandes Proyectos, "que este acercamiento entre el Ayuntamiento y Dragados llegue a buen puerto y no se vea afectado, más aún, el desarrollo de una de las actuaciones más importantes que en estos momentos se ejecuta en la ciudad".

Cabe recordar que el 'enfrentamiento' entre Consistorio y empresa se centra en que Dragados entiende que el vaciado de tierra que se debe realizar en los terrenos para rebajar la cota no está recogido en el pliego de condiciones y que, en consecuencia, el mismo supone un coste adicional; mientras que, por el contrario, el Ayuntamiento asegura que dicha actuación sí está contemplada en el contrato.

Según señaló días atrás Teresa Ruiz-Sillero, el único motivo por el que estaban paralizados los trabajos era la reclamación del importe del vertido de la tierra procedente de la excavación, cifrado en unos 96 euros.

A la espera de acontecimientos, lo único cierto es que ayer, en jornada de tarde incluida, los operarios de la empresa adjudicataria de las obras se afanaban en las tareas del vaciado del terreno, lo que generó un importante movimiento de camiones en la zona.