Un total de ocho menores, con edades comprendidas entre los 8 y 13 años de edad, fueron identificados ayer como los autores de los destrozos causados en los colegios Giner de los Ríos y Federico García Lorca, ambos en la zona conocida como Huerta del Rosario de Chiclana. Los actos vandálicos se produjeron durante la tarde noche del pasado martes, un día antes del comienzo del nuevo curso escolar.

Los menores implicados en este suceso son alumnos de dichos centros y ex-alumnos, así como procedentes de otros colegios de la localidad. Todos ellos fueron identificados a través de una cámara de vigilancia colocada en uno de los centros dañados.

Una vez que fueron requeridos por la dirección de ambos centros educativos, y en presencia de agentes policiales y sus padres, los menores reconocieron ser los causantes de los desperfectos.

Concretamente en el CEIP Giner de los Ríos, fracturaron varios cristales tamaño puerta arrojando una tapa de una alcantarilla lo que ocasionó daños diversos en la zona del comedor, que no podrá funcionar hoy con motivo del arreglo de estos daños.

No obstante, la directora del colegio señaló que prevé abrir el comedor mañana una vez que la Delegación de Vías y Obras del Ayuntamiento chiclanero reponga la cristalera.

Además, en este mismo centro, los menores rompieron los cristales de la puerta de acceso a una de las aulas utilizando para ello piedras.

Por último, también cogieron varios extintores contra incendios instalados en el interior del centro y los vaciaron en una parcela situada en las cercanías del colegio.

Cabe resaltar que en el colegio Giner de los Ríos también se denunciaron destrozos en la zona de los lavabos a mediados del pasado agosto, un acto vandálico que también fue denunciado por dirección del centro.

En lo que al CEIP Federico García Lorca se refiere, a los menores también se les acusa de fracturar un cristal de una ventana de la planta baja e introducir por ella una manguera de agua contra incendios, lo que provocó que toda esa zona del edificio se anegase originando daños importantes en el mobiliario, así como en parte del material escolar.

El agua, que estuvo saliendo a grandes chorros continuamente de la manguera al menos durante unas doce horas, originó que se inundara la entrada al colegio, el despacho de dirección, el salón de actos y un almacén, lugar este último donde estaban apilados libros y folios en el suelo, que acabaron totalmente mojados.

En este sentido, el personal del centro escolar tuvo una mañana ajetreada para retirar la gran cantidad de agua a base de fregona y otros utensilios para no dificultar la entrada de los niños al colegio en su primer día de clase.

Debido a que los menores no alcanzan la edad de responsabilidad penal fijada en los 14 años, fueron entregados a sus padres quienes, en su caso, deberán responder de los daños causados por sus progenitores. Asimismo se emitieron informes dirigidos a Servicios Sociales y la Fiscalía de Menores, según fuentes policiales.

Por su lado, los responsables de los dos colegios que han sufrido los actos vandálicos deberán evaluar el alcance de los daños en estos próximos días, ya que ayer mismo estaban inmersos en las labores vinculadas al inicio del curso escolar.

No obstante, los directores de ambos centros quisieron apostillar que el comienzo de las clases se llevó a cabo pese a encontrarse desde primeras horas de la mañana con los destrozos.