Chiclana

Chiclana proyecta un plan de choque contra el cambio climático

  • El paquete de 43 medidas incluye la Zona de Bajas Emisiones presentada esta semana

  • El documento también plantea medidas novedosas como la instalación de fotolineras, un cuenta kilómetros para funcionarios y para la ciudadanía o bonificaciones fiscales

El transporte por carretera concentra casi la mitad de las emisiones de CO2 en el término municipal.

El transporte por carretera concentra casi la mitad de las emisiones de CO2 en el término municipal.

Chiclana anunció esta semana que pondrá en marcha una Zona de Bajas Emisiones donde limitará la circulación de vehículos en casos de episodios de mala calidad del aire. La aprobación del expediente de licitación es el primer caso llevar a cabo restricciones de acceso al centro a determinados vehículos.

El proyecto busca reducir el tráfico en una ciudad en la que el transporte por carretera concentra casi la mitad de las emisiones de CO2, aunque es sólo una de las 43 medidas que el Ayuntamiento estudia implementar en los próximos años. Así lo contempla el Análisis Estratégico de Acciones en Eficiencia Energética frente al Cambio Climático, un borrador que establece las bases para avanzar “de forma ordenada” en la transición energética de Chiclana.

El documento plantea un paquete de medidas que podrán ser ampliadas a futuro, algunas muy novedosas, como la instalación de fotolineras -estaciones de recarga para el vehículo eléctrico cuya energía proviene de placas solares de viviendas o empresas cercanas- en aparcamientos públicos-, bonificaciones fiscales directas o un cuenta kilómetros para trabajadores municipales y para la ciudadanía en general. En estos momentos está abierto a revisión para incluir las opciones de los diferentes sectores de la sociedad, pero estas son las propuestas elaboradas por los técnicos, algunas de las cuales ya están en marcha:

En materia de Movilidad, el Ayuntamiento prioriza a corto plazo proyectos como la sustitución de vehículos municipales por vehículos con biocombustibles, la promoción del nuevo Tranvía de la Bahía, la adecuación de espacios para el uso de la bicicleta, la puesta en marcha de un programa de Caminos Escolares Seguros y otro de Chiclana, municipio caminable –para el que se elabora el Plan de Movilidad Urbana sostenible, adaptando infraestructuras, acerado o zonas de descanso para facilitar las rutas a pie-.

A medio plazo, el Ayuntamiento contempla la ya citada Zona de Bajas Emisiones, la ampliación de la red de puntos de recarga para vehículos eléctricos, la promoción del transporte público –que se ha intensificado en los últimos meses-, atraer empresas para alquiler de bicicletas o patinetes, una red de vehículo compartido, bolsas de aparcamiento disuasorias o proyectos de cuenta kilómetros para trabajadores municipales –una aplicación que incentiva el transporte a pie o en bicicleta de los empleados-. A largo plazo, ese cuenta kilómetros se habilitará también para la ciudadanía y se fomentará la renovación de vehículos por coches eléctricos.

Los técnicos plantean medidas novedosas, como la instalación de fotolineras por la ciudad. Los técnicos plantean medidas novedosas, como la instalación de fotolineras por la ciudad.

Los técnicos plantean medidas novedosas, como la instalación de fotolineras por la ciudad. / EFE

En materia de Urbanismo se plantea a corto plazo la bonificación del IBI y del IAE por implantación de renovables, así como otras bonificaciones fiscales en licencias de obra para mejoras de eficiencia energética e implantación de renovables.

En el bloque de Vivienda, se estudia a corto plazo la creación de una oficina de asesoramiento energético a los ciudadanos, así como proyectos de rehabilitación energética en las viviendas. A medio plazo se proyecta la promoción de la renovación de electrodomésticos o visitas de evaluación energética en los hogares.

También se plantea, en materia de Energía, la creación de comunidades energéticas locales (un proyecto que integraría a sectores como el comercio, la hostelería, el turismo o el residencial para limitar las emisiones), el desarrollo de nuevas instalaciones de generación eléctrica en edificios municipales, la promoción de instalaciones de autoconsumo en viviendas, convenios de colaboración con sector comercio-servicios o la industria para fomentar las renovables, o la instalación de fotolineras en aparcamientos públicos.

En los edificios públicos municipales se plantea la compra de energía verde, el desarrollo de un software para mostrar el consumo de cada edificio y de otro para la contabilidad energética municipal, la optimización de la iluminación o medidas de bioclimatización.

Para la industria, el comercio y los servicios se plantea la creación de una insignia que reconozca a empresas eficientes, campañas de apoyo para sustituir instalaciones por otras más eficientes o la realización de auditorías energéticas.

También se estudian medidas para la sensibilización y la formación en materia de cambio climático, como la aplicación de metodología 50/50 en centros educativos (la mitad del ahorro económico retornaría a los colegios y el resto al Ayuntamiento), programas de ahorro energético en edificios municipales o de concienciación, formación en movilidad sostenible, etc.

Por último, en el área de Pobreza Energética se proyecta un plan de choque y en la de Residuos una campaña para promocionar alimentos km0, prevención del desecho y minimización del desperdicio.

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