Llegará un día en el que no se hable de coro femenino o comparsa mixta. Llegará un día en el que se hable simplemente de coro o comparsa, sin importar el género de sus componentes. Pero para llegar a ese día, en una fiesta históricamente tan cerrada para las mujeres como es el Carnaval, son muchas las que están luchando hoy día por hacer de la voz femenina una más sobre las tablas del Falla. 

Esta noche, la comparsa 'Las que viven como reinas' ha querido homenajear a todas esas chicas que en este Concurso, y en años anteriores, han dado voz a las mujeres en el Carnaval. Representantes de las agrupaciones mixtas o femeninas del COAC recibieron ese regalo en el mismo escenario, junto a las comparsistas. 

Para su autor, Fali Pastrana Lorenzo, la letra se acuerda de unas mujeres "que se lo merecen, porque se han llevado muchos palos". Considera que "las verdaderas representantes del Carnaval gaditano son las que cantan", aunque no por ello pretende menospreciar a unas ninfas que no se tomaron demasiado bien la letra. "No se ha dicho nada malo, se ha hecho con mucho respeto", puntualizó. 

Una de las chicas que recibió el homenaje de sus compañeras fue Lucía Pardo, "una niña que se merecía estar aquí cantando en cuartos", aseguró Fali. La autora del coro 'Las cacas' disfrutó de un pasodoble "muy bonito" y se mostró "totalmente de acuerdo" con la letra, porque "ya es hora de que la mujer tenga su sitio". "Hay muchas niñas que merecían estar en cuartos, como 'Las gobernantas', pero las mujeres somos luchadoras y no nos cansamos", concluye. 

Precisamente dos de las componentes de la comparsa debutante en la categoría de adultos que tan buena impresión dejó en su primer pase, Noelia y Carmelina, agradecieron un pasodoble con la que están "muy de acuerdo" y creen que si las ninfas se molestaron será "que no han entendido la letra". Las chicas creen que a muchos "todavía les cuesta escuchar agrupaciones femeninas, hay gente que todavía no está acostumbrada a las comparsas femeninas". Aunque ellas, en su estreno en la categoría, no se quejan y agradecen "el trato" recibido. Un trato que no debe ser ni mejor ni peor por el hecho de ser mujeres, solo un trato justo, el que cualquiera merece más allá de su género.