Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Doña Cuaresma

No vengas más Pepe

LA verdadera víctima del Carnaval es mi Pepe de mi alma. Vino desde Montejaque, loco por conocer el Carnaval de Cádiz.

Le habían hablado de los ostiones y probó una docenita. Se la compró a uno con cara de haber roto escaparates con un catorce treinta, y de haberse fumado los jardines de palacio sin podar. Sus muertos.

Se los cobró como si fuera una bandeja de ostras flor doble cero de Galicia servida en la mejor mesa del restaurante de las mismísimas Pescaderías Coruñesas . Sus muertos.

Luego con el platito de plástico en la mano, su señora, y los dos niños - una de amazona y el nene de spiderman, pa comérselos- dio mil bandazos buscando un bar. En los que había hueco no le dejaban meter comida de la calle. Sus muertos.

En una barra de lata con más pringue que la campana de la cocina de un piso de estudiantes, pidió una cerveza, un coca cola para los niños y una Mirinda para su mujer, que es como el probe Miguel, que hace mucho tiempo que no sale. Otro clavazo: los bocadillos de Tere de la Tartana se los comieron a palo seco. Sus muertos otra vez. Por eso en Cádiz no hay cementerio.

Ya en casa piensa Pepe que la Feria de Montejaque es mejor que el Carnaval de Cádiz, que es para cagarse. Ahora el matrimonio lleva unos cuantos días que, en vez de hacer vida en la mesa camilla, la hace en la taza del water.

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