Carnaval

Yo también salgo

  • La pasión por el Carnaval es compartida por muchas parejas y, cada vez más, ellas se atreven a vivirla con un grupo por su cuenta

La imagen de la mujer sufridora por tener un marido comparsista se está perdiendo. Y no es una pena. Yo también salgo. Es la afirmación que tienen clara numerosas mujeres en la fiesta que, aunque poco a poco, se están buscando su hueco en el Carnaval más allá de ocupar un asiento en el palco de las ninfas. Ahora ellas también cantan, como lo hacen sus parejas. Ya no se lleva eso de esperar  a que tu novio vuelva del contrato de turno o de seguir a su agrupación por todos los alrededores de la plaza.  Ellas disfrutan solas de la semana de Carnaval igual o más que ellos. El gusanillo es el mismo para ambos y ninguno está dispuesto a renunciar. ¿Por qué hacerlo?

Rocío Molina piensa disfrutar lo máximo en la batea con su coro 'El triángulo'. Su novio, Quique Peña, hará lo suyo con su chirigota 'Los diligentes', aunque hace dos semanas que casi no se ven. "Ya no vemos ni Gran Hermano juntos", bromea Quique, que ni vio a su novia debutar en el Falla. "Tenía que ensayar y primero es mi chirigota y después su coro, ¿no?". Bueno, es una  excusa. Buena, dice ella. Porque esto del Carnaval no será motivo de disputa. Es más, él ya está acostumbrado a su falta en estas fechas. "Ha sido ninfa, cuidadora de las ninfas infantiles, ha salido en una charanga y este año me parece que yo voy a cantar menos". La 'fiebre' es Rocío. "Vengo de ensayar y le canto una copla y otra, a ver qué le parece. La verdad es que yo soy más pesada. Disfruto mucho", afirma rotunda.

¿Y si tu pareja canta en una de los grupos más esperados y no verás ni su sombra en carnavales? ¿Cómo te lo apañas? Pues saliendo también. Eso lo saben desde hace algunos años algunas de las mujeres de la comparsa de Jesús Bienvenido, y él mismo escribe la agrupación ilegal. A Maribel Trujillo, mujer de Daniel Obregón, le viene además de familia. Hija de Antonio Trujillo 'Catalán' y hermana de Paco, Ricardo y David, cantar con una agrupación es una experiencia que nos recomienda a todas. "Yo no era de las que están detrás de la comparsa. El Carnaval para mí no era la comparsa. Pero la verdad es que me sentía desubicada esos días y no solía salir el domingo y lunes". "Ahora no hay quien me quite de ahí", responde pronto. Se lo propusieron otras parejas y ya son cuatro años con ellas. "Es totalmente distinto mi Carnaval desde entonces", afirma Maribel, que  cantará en la calle con 'Las supermonas'. Su marido asegura también que es mucho mejor para él. "Tengo la tranquilidad de que ella está disfrutando por su cuenta, que no está esperándome".

Un devoto suyo, se supone, tendrá un pique con su mujer este año. Juan Antonio Bocuñano, uno de los autores de 'Las fans de los santos' y su mujer Patricia pretenden competir en la calle. Patri advierte: "Este año me lo tomo como una venganza". Su chirigota ilegal 'Se llama mopa', donde estarán tres consortes más de los chirigoteros,  apostarán a ver quién de los dos se recoge más tarde, quien canta más. Ninguno piensa ceder.

Harta de ver el mundillo desde fuera después de 15 años con el cuartetero y ahora chirigotero, Patri se ha animado: "Quería probar por mí misma si eso engancha de tal manera y va a ser que sí. Ahora él cada vez tiene menos ganas de salir y yo estoy cada vez más metida". Sin duda, "estar sola en casa siempre en los ensayos y en los carnavales" le ha hecho decidirse. 

Bocuñano cree que lo llevarán bien: "Por mí mejor, así no voy a tener que estar tan pendiente del teléfono. Ellas siempre han sido muy animadas así que la desafiaremos a ver quién aguanta más".

Su punto de encuentro en Carnaval será la carpa. Como lo es para todos las parejas carnavaleras en estas fechas. Pero ellas vendrán de disfrutar también con su agrupación. Susana Rodríguez, comparsista de 'Las rosas negras', y Javier Baena, chirigotero de 'Las elegidas', tendrán la cita en el mismo lugar. "Llevo saliendo nueve años -cuenta Susana- y es mucho mejor compartir esta afición con tu pareja". "Me quedé un año sin salir y, aunque lo pasé bien, no es lo mismo. Yo estaba más aburrida, y así estoy disfrutando con mi comparsa, a mi rollo".

Hay una pareja más, aunque este año no ha podido ser. José Manuel Valdés y su mujer Juana no repetirán la experiencia que venían viviendo desde hace dos carnavales. Él ha cambiado el coro por una chirigota, lo que le obliga a no faltar a los ensayos, y un pequeño problema de garganta de ella la ha dejado en casa. Pero advierte: "Me ha tocado a mí, pero en 2011 salgo en el coro. Lo tengo que convencer".

La pareja tiene ya dos niñas pequeñas y reconocen que en la semana de Carnaval, cuando lo dos han participado en distintos coros, han tenido que pedir muchos favores. "Pero lo hemos conseguido dos años, así que lo podremos seguir haciendo, tirando de los abuelos". Quien algo quiere algo le cuesta. "Yo sé que ella tiene el gusanillo, y si ella sale algún año me tendré que quedar en casa", dice Valdés. ¿Con la boca chica?

Hay más ejemplos y habrá más cada Carnaval. La fiesta es para disfrutar, juntos o separados. Y yo me he picado.

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