Coro

La niña bonita

Localidad: Cádiz

Letra. Rafael Pastrana Guillén.

Música. Rafael Pastrana Guillén.

Director.  José Manuel Pedrosa Rodríguez.

El tipo. Capitanes y marineros de una embarcación llamada La Niña Bonita.

En semifinales: Siempre apetece embarcarnos en una travesía como ésta. A pesar del temporal inicial, a pesar de las olas, del peligro de naufragio. Nos amarramos al timón y a dejarnos llevar por una presentación con la que atracamos en el Falla con "las leyes del mar" por bandera. Muy inspiradora. Dos tangos críticos sobre asuntos bien diferentes. Pero antes un homenaje de ley. Unos respetuosos segundos de silencio porque si "hace 50 años cantaron 'Los hombres del mar' en este teatro" el domingo nos dejó "un miembro de su tripulación, guarden silencio en honor al marinero Chatín". Tras el tributo, el primer tango que rinde honor a la verdad, "al barrio de las verdades". Una crónica de la realidad (según ellos) de los barrios humildes de Cádiz, con sus luces y con sus sombras. Fachadas arregladas para "el turismo de caballa", "la abuela sin cuartos de baño", el barrio "del que no puede poner la mesa pero sí tiene para cerveza". En el segundo, una letra por la libertad haciendo paralelismos con la prensa y rematando con una portada de la publicación Charlie Hebdo. Cuplés, normalitos, con puyas para Teófila y el arzobispo de Granada. Popurrí muy completo.

En cuartos: La ley del mar manda y ordena, de nuevo, en las tablas del Falla con las voces de un coro que está lejos de naufragar.  Para "sacar del olvido a Cádiz" la Niña Bonita firma una presentación con mucha garra. Tras ella, ponen "rumbo" al tango de Cádiz. Falseta mecida, como de canción, los antecede. En el primero rinden tributo a las abuelas pero de una forma original. Hablan de las arrugas, "las arrugas señales de haber vivido", y que pueden ser de la risa, del llanto y las que le emocionan, la de la abuela de sus niños. En el siguiente miran de nuevo a su tipo para basamentar su letra en la que critican el derroche en publicidad de "la capitana" del navío (la alcaldesa) y le exigen que dé "trabajo a sus marineros" y que no permita que "nadie duerma en cubierta", que "saque el barco a flote y no se esconda en su camarote" . Letras competitivas (y vaya coreado bonito que llevan). El primer cuplé, flojito, con una gracia que ya se la escuchamos el pasado año a 'Pepe trola' (la de la sirena mitad al horno). El siguiente, mejor, con guasa para el coro de este año de Julio Pardo. El popurrí muy rico musical y vocalmente. Las letras, hay cuartetas que sí y otras más flojas. 

En preliminares: La voz de Eduardo Bablé enuncia y anuncia a los participantes de la segunda sesión de clasificatorias del COAC 2015. El minuto donde todo es posible donde aún no sabemos de decepciones y de sorpresas, de buenos y malos, de risas y llantos, el minuto que encierra miles de universos posibles.

Y elevados en esta burbuja fuera del espacio y del tiempo avistamos un navío. La Niña Bonita, en cuya cubierta un puñado de coristas nos adiestran en los preceptos de “la ley del mar”, con una presentación donde voces, escenografías y orquesta armonizan para embarcarnos en su aventura. “La Niña Bonita, el navío, la esperanza, el rumbo, el camino”, entonan entre los rugidos de la percusión.

 

Poco me disgusta en la primera toma de contacto con esta embarcación, que me camela de proa a popa, del palo mayor a línea de flotación, pero sí que me sobran las parodias entre las piezas que conforman el repertorio. La parodia o hace gracia o aporta un plus, si no lo logra, agua. 

 

Tras una atípica pero bella falseta inicial nace el tango. En el primero, con hechuras de presentación, se afanan por erigir a La Niña Bonita como la embarcación que llega al auxilio de Cádiz, una tierra “a merced de las aguas” y asediada por “piratas”. “Marineros vamos con fuerza para que Cádiz, lo más bonito, por fin navegue por estas aguas de la nación”. En el siguiente valoran como “una moda” las disculpas, el “pedir perdón” de los representantes públicos, desde el padre del Rey, a los representantes políticos y artistas. Una moda a la que se suma la Iglesia por los abusos a menores,  “hijos de puta que ni su dios puede perdonar”. Extraordinarios en la interpretación.

 

Cuplés enchampelados,  mejor el segundo donde los afectados por los cortes de agua en Loreto salen en los selfies de los jugadores del equipo de fútbol local. El primero, a la Pantoja. Popurrí donde conviven en paz gran variedad de estilos musicales. La fiesta pagana de Mago de Oz me ha ganado. 

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