TINTA CHINA

Lo que se ha llevado el tornado

A Paco Alba le hubieran pisado medio repertorio de Los Sarracenos, y no digamos su copla sobre el buitre que se posó en el monumento. Tiemblan los autores, los poetas, los periodistas, los artistas. Ya los tiempos no cambian una barbaridad. Los tiempos, como el tiempo, vuelan a través de internés. La prueba más reciente, el dichoso tornado. Basta con leer los repertorios que han escrito los cibernautas gaditanos en sólo unas horas, antes incluso que el adelantado Valdés. Pa matarse de risa. Pa ponerse las pilas. La gente va ya por delante, como los hombres del tiempo de Proteccion Civil. Lo que se ha llevado el tornado: la propiedad intelectual de la retranca, el "age" y el triple sentido mortal de necesidad. En la sección de comentarios de los diarios digitales se encuentra ya un pedazo de imaginación y de arte puro, para analizar sociológicamente este ilógico momento Tornadito. Ya tenemos Tornadito.

Ficción y realidad, alarmismo total, alerta de color colorao, políticos jalando del viento, miedo al terror, un día de escaqueo, que rima con Ella, échale las culpas al tiempo, ingredientes de la levantera de ocurrencias, la tormenta de ideas de Cádiz. Anónimos gaditanos sin ínfulas, gente corriente expresándose como le da la surreal gana, desafiando a la censura encubierta.

Dos horas en el sótano. Va siendo hora de ponerse una rebequita. Tres horas a la suegra en la terraza. Esa puerta, que hay corriente. ¿Cuáles son las precauciones habituales? Ya tenemos cuplés. El tornado gaditano se está perdiendo y es una pena. Iba por Puertatierra, me avisan por el móvil de un tornado, ¿qué hago? Al pájaro-jaula del tirón.

Tornadito entra en contraflecha por La Viña, a carajo sacao, se mete en el Manteca, se bebe media limeta, se fuma dos petas, Tornadito muere en Cádiz. Lo canta a los cuatro vientos. Tornadito, llévate lo chungo por delante. Hay gente que apuesta por doña Teo, por el Peralta, por las castas de Zapatero, hay quien se lo toma en serio y pide un plan de emergencia. Tó preparao pal Doce. Será un éxito si encontramos la salida (exit).

También preguntan por la carrera oficial del tornadito, y por la carrera del hombre del tiempo, qué carrera lleva, sálvese quien pueda. Así las cosas, las coplas del Falla quedaron, por una vez en la vida y quizá sirviendo de precedente, a un segundo plano, hasta que estalló la inmediatez del cuplé de Valdés y la gente se palpó, se frotó los párpados y exclamó: "Esto es Cádiz". Cádiz mundial. Una secta internacional, como la comparsa de los hermanos mayores Mateo, a quienes le sobran el concejal y la alcaldesa, cuando hablamos de fiesta grande de Cádiz, y que firman otra carta a la memoria histórica, tres coplas en una noche a la memoria de los muertos de la Guerra Civil, las víctimas del olvido que aún algunos quieren interponer entre la justicia y los derechos humanos. Gente cínica, sin duda.

"Me han pisado los cuplés", lamentaban los coristas de Valdés antes de actualizar la copla huracanada. El tornado se ha llevado unas pocas de mentiras por delante, así como la exclusividad del ingenio gaditano. Cualquiera no puede escribir una copla redonda, con letras y músicas originales, como hacen los buenos autores, pero la libertad de expresión pertenece a todos, y no sólo a un reducto de periodistas, copleros, políticos o charlatanes de feria. En la cuna de la libertad condicional, abierta al mundo, soterrada y condenada al ostracismo del porvenir a cambio de unas cuantas risas, soplan vientos de cambio.

ealcina.blogspot.com

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