No resulta fácil colocarse el tipo de indignado sólo unas horas después de levantar al público del Falla y de recibir felicitaciones por doquier. Pero Love, que siempre se presta a colaborar con 'Diario del Carnaval', hizo ayer un esfuerzo. Se desdibujó la cara de felicidad y agarró la pancarta.

Al chirigotero le indignan los almanaques, los despertadores y los lunes. Lo explica: "Los almanaques porque me recuerdan los años que tengo ya encima; los despertadores porque se está muy a gusto en la cama, carajo; y los lunes porque son el peor día de la semana. Ese día no se tiene nunca ganas de ná".

El componente de 'Los puretas del Caribe' bromea sobre el paso del tiempo. No obstante, cuando se le pide indignaciones carnavaleras, deja a un lado los comentarios jocosos, y lamenta con tono serio que exista "la envidia" en el mundo del Carnaval. E igualmente no entiende que algunos carnavaleros no se miren a la cara. "Es una pena que compañeros de agrupaciones dejen de salir juntos y pierdan por ello la amistad. Eso es algo que no entiendo, como tampoco comprendo los cambios de grupos, ¿buscando qué, la fama?".

A ello suma el chirigotero que también le produce cierta irritación "la hipocresía y el racismo". Y contra estos males no sirve ninguno de los medicamentos de los que dispone en la farmacia en la que trabaja, la de la plaza del Palillero.

Una plaza que, no hace mucho, rebosó de indignación. Love fue testigo de ello.