Pito de coña

Una crítica real

A muchos les puede dar la impresión de que las críticas a la Casa Real, con todos sus inquilinos incluidos, es algo moderno, de estos últimos años, y que ha venido motivado por los continuos tambaleos, y devaneos, del cabeza de familia; por las travesuras, cada vez menos infantiles, de Froilán de todos los santos; o por el afanoso yerno deportista y su infanta esposa, marquesa del "Noos sé nada". Parece lógico, y sano, que las coplas disparen a una institución hasta hace poco tiempo respetada y aparentemente modélica y que actualmente anda enfrascada en un intento de regeneración.

Pero las críticas reales del carnaval no son tan actuales. Cuando la institución parecía intocable, cuando la corona era respetada y escasamente discutida, una chirigota se hizo llamar, en 1989, 'Al rico Borbón helado', mientras que otra, unos años después, parodiaba una caída de don Juan Carlos mientras esquiaba diciendo que había ido a recoger una foto suya que se le había caído... es decir, un billete de 5.000 pesetas de la época.

Y por encima de todo, y de todos, aquella excelsa parodia que Talleres Cuplesur firmó para 'Tres notas musicales'. Esa Reina que desea ser por un día ama de casa y que sufre lo indecible al comprobar la dureza del día a día. Qué gran frase aquella, de actualidad ahora, cuando la Reina dice que ha comprado alpiste: "Para los pájaros que tengo en casa".

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