Julio Álvarez, un auténtico Georgie Dann de las barbacoas, nos asegura que es un cocinillas. "Yo incluso estuve estudiando en la Escuela de Hostelería, pero suspendí tres, entre ellos repostería, y me echaron porque con tres suspensos no se podía seguir", dice a esta periodista. ¿De verdad? "Sí, sí". No sé yo...

El caso es que hoy nos da una receta que no es suya. "Es de un amigo", afirma. Porque sus secretos culinarios se lo guarda para él y sus barbacoas. "Apunta bien ¿eh? Tienes que estar atenta". Lo intentamos.

Para la receta del director de la chirigota de Kike Remolino hace falta: tres kilos de pavo, una botella de whisky, 150 gramos de panceta, aceite, sal y pimienta.

Lo pasos son los siguientes. "Antes de empezar nos tomamos un vaso de whisky". Va el primero. "A continuación rellenamos el pavo con la panceta cortadita. Salpimentamos y echamos un chorrito de aceite de oliva. Salpimentar, salpimentar, salpimentar (canta, como en la presentación de su agrupación)".

Una vez dado estos primeros pasos, se pone a calentar el horno a 180 grados durante diez minutos "y mientras esperamos que se caliente nos tomamos otro vasito de whisky". Eso que no falte.

La receta continúa así, o al menos eso es lo vamos entendiendo. Después "metemos el vapo en el forno y nos tomamos otro pelotazo mientras que le cantamos un fandango". Esperamos. "Al cabo de un bratoaprimos el brorno y bañamos al vapo con el whiky y nos tomamos otro poquito". Cuando se vea doradito, "intentamos aprir la puerta del brorno y sacarlo sin que se nos resbale".

Si se cae, advierte, "lo buscamos por el suelo y si lo encontramos y está muerto, intentamos reanimarlo". "¿Dónde está el pavo chiquillo? Se ha tomado el whisky que quedaba y se ha ido". ¿Entonces nos quedamos sin comer al final? Parece que el chirigotero sí, aunque bien bebido, pero a lo mejor el lector tiene más suerte y el pavo se le ha quedado hecho, doradito y con su aliño de bueno de whisky.

Por si acaso, hagan la receta de Julio Álvarez un día que hayan desayunado bien y tengan poca hambre. Porque a pesar de la que nos ha liado, él sigue asegurando que se le da bien los fogones. Y sobre todo "encender el carbón de las barbacoas". "Siempre me cogen para eso", comenta tras encenderla cuatro veces en el Falla, con un tercer premio de su chirigota en el concurso de agrupaciones.

Sin embargo ninguno de sus platos preferidos están hecho con sus manitas. "El arroz negro de mi mujer, el menudo de mi madre y las tortillas de papa de mi suegra. Esas son mis recetas preferidas", dice. "Ah, y las cupcakes de mi niña", añade. Vamos, ninguna hecha por él . Qué coba...