EN la noche de los cuchillos cortos, que es como llaman muchos al corte de preliminares a cuartos, hay muchos grupos que están muy pendientes del fallo del jurado, otros no lo están tanto. Esa noche se producen alegrías, decepciones, gritos, euforias, cánticos, y todo tipo de manifestaciones de júbilo y de odio, y muchos componentes y autores sacan incluso lo peor de sí mismos.

Cuando se consigue el objetivo de pasar a cuartos por parte de un grupo que tiene los pies en la tierra y conoce sus limitaciones, las emociones estallan y las lágrimas de alegría caen. Por contra, cuando no se consigue, a veces el jurado tiene la culpa de todo y el único culpable es "la mafia que rodea el concurso", "Canal Sur", "El jurado diario", "la alcaldesa", o quien sea. Autocrítica cero, poco respeto al compañero o compañera y el espejo de las vanidades se hace grande, muy grande.

Poetas incomprendidos por el régimen, artistas prohibidos por lo canallas que son,...y toda una fauna de la que uno se cansa y se aburre porque siempre es la misma cantinela.

El jurado es sólo cuestión de gustos. No creo que haya Sarkozies carnavaleros que quieran expulsar a las agrupaciones provinciales. No creo que haya gabinetes políticos de censura manejados por Canal Sur, ni por el Ayuntamiento. Los mismos que no saben perder y vomitan por la boca que este concurso es un concurso manejado, manipulado por el poder, son los mismos que cuando han ganado, ese año todo lo han visto bien.

Del éxito poco se aprende, sin embargo de las derrotas, sobre todo de aquellas que duelen mucho, sí que se puede aprender y mucho. Sobre todo si hay autocrítica sincera, y un análisis en frío. Saber escuchar es fundamental y, aunque no se esté de acuerdo, puede ser importante al menos cómo nos ven aquellos a los que la agrupación no les ha llegado por alguna razón. Aficionados sinceros y con opinión constructiva los hay, y es mejor escucharlos a ellos, que hundirse rodeado de esa cohorte de pelotillas y kleenexs de ocasión, que lo único que hacen es intentar separar a uno de una dura realidad.

Duele, como me ha dolido lo del coro. No me lo esperaba porque ningún jurado paralelo nos sacaba de cuartos, pero lo asumo y punto. No creo que en el jurado hay una comisión anticoro de la Viña ni nada de eso.

Simplemente ha sido esa su decisión y hay que aceptarla. Tendremos que analizar y hacer autocrítica para mejorar el coro todo lo que podamos.

Y no hay otra. Con humildad, con inteligencia. Y así, lo saborearemos mucho mejor cuando lo vayamos poco a poco resucitando.