LO del ingenio y la grasia de Cadi yo creo que a la mayoría de ciudadanos de esta otrora ilustre ciudad se le ha subido a la cabeza.

Aquí todo el mundo tiene gracia, todo es ange... Pero la verdad es que ya ni hacemos reír ni somos ingeniosos. El ingenio de Cádiz ahora es vestir a un elemento orondo de Jesucristo. Eso es arte. O pseudodisfrazar a cuatro saltimbanquis de mojones (aunque el cuarteto era un mojón con o sin disfraz). El gran Aragón es tan ingenioso que como ya no sabe de qué escribir ni de qué disfrazarse, canta en italiano. Toma ya. Unos tíos vestidos con chaqueta y corbata (¿qué tendrá que ver eso con el gospel, señor Pardo?), cuarenta grupos que cantan descalzos en el Falla, unos comparsistas que solo se cantan a ellos mismos... Definitivamente, se confirma, querido lector, que lo que yo vengo diciendo desde hace años es hoy una realidad.

Y como todos los graciosos de Cádiz están tan quemados y tienen tanta malage que no pueden con ella, pasa como con la Semana Santa: que tienen que venir de Sevilla a enseñarnos esto cómo es, cómo se hace reír al público y cómo hay que sacar una chirigota. Por eso, para darle un buen babuchazo a tanto autor subidito de tono, la Final de este año debería de ser El Canijo, la chirigota de Sevilla y los del Love. Y a tomar por saco los graciosos...