Quinta sesión de preliminares

Quiñones triunfa en el gran duelo de comparsas

  • 'La pensadora gaditana' se lleva la gloria en una jornada en la que Juan Carlos Aragón decepciona y Juan Fernández se engancha al grupo de favoritos

Se esperaba mucho de la quinta sesión de preliminares. Duelo de comparsas de altura, Quiñones frente a Aragón, ahí es nada. Y tras el primer asalto, puede decirse que el autor de La pensadora gaditana salió como triunfador ante un Juan Carlos que dejó al público a medias. La recuperada comparsa de Juan Fernández y el sorprendente cuarteto Sin previo aviso, los del paraíso dieron lustre a una jornada que acabó, de nuevo, pasadas las tres de la madrugada.

Como no podía ser de otra forma, la noche comenzó con un sentido homenaje a los Monzón, Jesús y Selu, recientemente fallecidos. Su coro, el de la Viña, les dedicó un buen repertorio que se encontró con el reconocimiento unánime del todo el teatro. Los tangos y el popurrí fueron lo más destacado de La jarca de Manué, siempre con los Monzón en la memoria.

Tras ellos, la chirigota de Aguilar de la Frontera Este año nos salimos dejó mucho que desear y abusó del chiste fácil cayendo en el mal gusto en más de una ocasión. Una vez concluida su actuación llegó a las tablas la comparsa de Juan Fernández La imposible fábrica de los sueños, que animó al graderío con un buen repertorio y dos grandes pasodobles, especialmente el segundo, crítico con el Ayuntamiento por la presentación del Carnaval en Madrid. Mejora esta comparsa respecto al pasado año, cuando tuvo su techo en cuartos. Veremos como se desarrolla el concurso para ellos.

En una jornada protagonizada por las comparsas, el cuarteto Sin previo aviso, los del paraíso dio la gran sorpresa y demostró que la modalidad no es sólo Morera y Gago, Gago y Morera. Con un tipo muy original y bien recreado, llevando a las tablas el Jardín del Edén, conquistaron al teatro con una gran parodia y divertido popurrí que acabó con un bonito recuerdo a Antonio Villanego. Noche de homenajes la de este martes.

Para cerrar la primera parte de la función, nada más y nada menos que la comparsa de Joaquín Quiñones La pensadora gaditana que, pese a los cambios en el grupo, no perdió ni un ápice de potencia respecto a años anteriores y ofreció un gran repertorio en el que destacaron sus dos pasodobles. Y la interpretación, perfecta.

La chirigota Cuadro flamenco al pan, pan, y albino, vino, que actuó tras el intermedio, sufrió el hecho de que todas las miradas estuvieran ya en la siguiente agrupación en saltar a las tablas, la comparsa de Juan Carlos Aragón. Máxima expectación en el teatro para recibir, rozando ya la una de la madrugada, a Los comparsistas se la dan de artistas. Los aplausos y las ovaciones no esperaron ni a que subieran las cortinas y, lo que son las cosas, se fueron apagando conforme pasaron los minutos de actuación. Aragón trajo de nuevo dos grandes letras de pasodoble, una primera de presentación para desarrollar el tipo y otra crítica con Martínez Ares y su pregón de 2008, y un gran popurrí muy chirigotero y que sí aprovechó la potencia del grupo. Pero ni la presentación ni los cuplés colmaron a un público que empezó entregado y acabó despidiéndoles con cierta frialdad, aplausos y poco más.

El coliseo gaditano ya no pudo quitarse la sensación de decepción y el gran ambiente reinante se evaporó. No contribuyó a recuperarlo la chirigota Los bienparecíos, con un repertorio bastante cortito. La comparsa de Clavaín Los partitura calentó un poco el ambiente con dos buenos pasodobles y un repertorio cuanto menos correcto. Y para concluir esta larguísima sesión llegó la chirigota Los repartidores de tortas, que comenzó con buenos puntos pero cuyo repertorio se acabó diluyendo. Eso sí, en la calle causarán sensación, seguro.

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