Primera sesión de cuartos de final

Quiñones y 'El código la viñi' marcan diferencias

  • 'El mercado de las maravillas' y la chirigota de Manolín Gálvez levantan al graderío en una sesión de calidad en la que también destacaron el coro Lo que yo te diga y las chirigotas Los de la carpa y To pa ella.

La llegada de las semifinales (o los cuartos de final, como se prefiera) se notó anoche y mucho, tanto sobre las tablas como en el graderío del Gran Teatro Falla. Los que han llegado hasta aquí lo han hecho por méritos propios y hay que juzgar a todas las agrupaciones teniendo en cuenta el gran nivel de las presentes. A estas alturas es casi imposible aventurar quien puede o no estar en la siguiente ronda, el último escalón antes de la gran final del concurso, pero el público comienza a definir a sus favoritos.  

Se encargó de iniciar la sesión el coro de La Viña Lo que yo te diga, con un repertorio muy entretenido y unos preciosos tanguillos dedicados a los viñeros y viñeras “que siempre llevan a su barrio por bandera” y al Bicentenario, del que dudan pueda suponer el impulso que la ciudad necesita, tal y como han asegurado los dirigentes. Buenos cuplés y ameno popurrit, ejecutado a la perfección con un grupo de voces de gran nivel.

La chirigota Los de carpa llevó de nuevo el lado más divertido del circo a las tablas y repitió el éxito de las preliminares, conquistando al público desde su presentación. Tributaron un sentido homenaje a María la Yerbabuena en su primera letra y con la segunda criticaron que se les llame flojos a los gaditanos, teniendo en cuenta la delicada situación laboral de la Bahía. Genial su primer cuplé, a una prima que se pasó con las operaciones de cirugía estética y cuando se murió en vez de enterrarla con todo el plástico que tenía “habría que tirarla en un container de los amarillos”. El teatro se caía, y la fiesta continuó durante el resto del repertorio.

Tras los circenses llegó la comparsa La escuela del Carnaval, una de las sorpresas de las preliminares. Pese a estar algo nerviosos, de nuevo dejaron una grata impresión entre los aficionados y aseguran un gran futuro al carnaval. Llegar a semifinales en el año de su debut con los mayores es ya un premio y ahora les queda disfrutarlo en la calle. Y de una joven comparsa con mucho futuro a una chirigota veterana y a la que también le queda mucha cuerda en la fiesta. Los componentes de Chiclana puede esperar se divirtieron en el escenario y contagiaron con sus ganas a los aficionados, pese a que su repertorio cayó un poco respecto a su anterior pase. Sea como sea, gran mérito el suyo por haber alcanzado esta ronda.

La comparsa El mercado de las maravillas se encargó de poner el broche de oro a la primera parte de la sesión con su gran repertorio y su espectacular conjunto. Impresionante oír cantar a este grupo, que reúne a algunas de las mejores voces del Carnaval. Grandes letras también las que trajo Joaquín Quiñones, que despejó las dudas sembradas entre parte de la afición en su primer pase. Especialmente emotivo su segundo pasodoble, que narra la historia de una niña que sufre por la separación de sus padres, muy del estilo del autor y apoyado en la gran música del Noly. El grupo además se dejó el alma sobre las tablas para defender las letras y su interpretación sólo se puede calificar como perfecta.

El destino de nuevo quiso unir en una misma sesión a la comparsa de Quiñones con la de Nene Cheza, antiguo componente del grupo que dirige Fali Mosquera. El último escuadrón mantuvo el buen nivel mostrado en preliminares y también luchará por un puesto en la segunda semifinal.

El ambiente en el teatro era el ideal para recibir a otra de las agrupaciones que mejores sensaciones dejó en su primer pase, El código la viñi. Estupenda su puesta en escena y preciosa su música de pasodoble, de las que ponen los pelos de punta. Brillante su primera letra a las madres, vellos como escarpias en el auditorio. Con sólo unos minutos en el escenario, los viñeros consiguieron levantar por primera vez al patio de butacas al grito de  ¡¡chirigota, chirigota!! y no sería la última vez.  Muy bueno también el segundo pasodoble, eliminando el pensamiento de que el carnaval y la paternidad son incompatibles. Buen primer cuplé a un coche muy viejo que tenían y gran estribillo que repitió todo el auditorio. Estupendo el segundo cuplé a su niño, que es muy nervioso, y sus visitas al Imaginarium. El popurrit no dio tregua a los aficionados, que no pararon de reír en todo momento. Será más que difícil dejar a los de Manolín Gálvez fuera de la final y así lo supo reconocer el público, que se levantó una vez más para despedir a los chirigoteros. Simplemente geniales.

La cárcel de febrero fue la siguiente agrupación en subir a las tablas. Demostraron buenas voces estos copleros de Punta Umbría, aunque se hace difícil pensar que puedan pasar a la siguiente ronda sobre todo teniendo en cuenta la dura competencia en comparsas Para despedir la modalidad de chirigotas en esta primera jornada de semifinales llegó todo un clásico del concurso, la agrupación de José Luis García Cossio ‘Selu’ To pa ella. Tras un primer pase en el que no acabaron de convencer al graderío la chirigota evidenció una mejora en sus letras, especialmente con un segundo pasodoble de lo más divertido y surrealista dedicado a los patos del parque Genovés. Progresa adecuadamente, sí, aunque deberán hilar fino si consiguen el pase para alcanzar una final más cara que nunca. La jornada concluyó con la comparsa jerezana Al tran-tran de Antonio Busto, que de nuevo trajo buenas letras al Falla puede al menos mantener la esperanza de superar el corte de cuartos.

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