Control. La fiesta del desenfreno ha caído en las garras del reloj. Se acabaron las parodias entre coplas, las actuaciones interminables. No. Eso ya es historia. Las bambalinas del Falla se veían ayer salpicadas de pequeñas cámaras a través de las cuales el jurado controlará que las agrupaciones respeten el tiempo establecido para realizar sus montajes. De momento, lo que se ha podido observar es que el estrés habitual en esta zona del teatro ha aumentado un poco más. Tramoyistas y artesanos no quieren que nada ni nadie interfiera en su trabajo y no dudan en despejar el terreno por las bravas. Que el Carnaval es un cachondeo mu serio. Manuel Granado, ayudante del jurado, es la persona encargada de llevar a cabo esta importante misión que seguro que dará días de gloria en el presente Concurso de Agrupaciones. Un certamen que arrancó con una sentida dedicatoria a El Puerto de Santa María. Teófila Martínez, alcaldesa de la ciudad, entregó un recuerdo a su homónimo portuense, Enrique Moresco, que acudió en compañía de algunas personalidades de la fiesta como Antonio Rico Segura Pedro el de Los Majaras o los hermanos De los Ríos, de la comparsa de los Gitanos. Onda Cádiz realizó un emotivo vídeo en el que se pudo ver la importancia que han tenido las agrupaciones de la localidad portuense desde que en 1914 comenzaron a venir a cantar a Cádiz. El público que casi llenó el Templo de los Ladrillos coloraos aplaudió con fuerza un acto que, a diferencia de otros años, fue bastante más ameno.