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Carnaval

Nadar, sufrir y llegar a la orilla

  • Quique Valdivia conseguía anoche llevar al Gran Teatro Falla al histórico coro de La Viña después de unos meses de ensayo llenos de obstáculos

La felicidad fue doble. Por completar una buena actuación y por hacerlo después de pasar muchas fatiguitas hasta llegar al Concurso. El coro de La Viña, en su trigésimo séptima aparición en el Falla de manera consecutiva, superaba ayer todos los obstáculos gracias a la paciencia y al empeño de Quique Valdivia, que se quedó sólo al timón y estuvo mes y medio ensayando con poco más de veinte componentes. "Los 35, por motivos laborales, hemos ensayado juntos sólo estos dos últimos días. Me ha faltado un mes y medio de ensayo con el grupo completo, pero estoy contento por el resultado y sobre todo por cómo lo han disfrutado ellos", explicaba Valdivia. Porque la consigna era clara: "Hay que venir al Falla a disfrutar y no a sufrir. Que muchos vienen como el que va a selectividad".

Valdivia reconocía que el coro se inscribió el último día de plazo porque no veían el panorama nada claro. "Además, si yo hubiera visto el coro sin nivel en enero lo hubiera retirado del Concurso. En la peña hay colgados cuadros de coros míticos que hay que respetar", decía nada más terminar la actuación.

El presidente de la peña lasaliana se congratulaba de haber llegado a la orilla. "Había muchos rumores negativos en la calle, con gente que no daba un duro por el coro, pero aquí estamos un año más", señalaba José Ignacio Burgal.

Aún quedan históricos en el coro. Fernando Pérez Braña, en la cuerda de bajos (salió ya en 1980 con 'Los signos del zodiaco')estaba feliz por haber "conectado con el público". Y a La Viña volvían, 15 años después, Rafael Baldomero 'El Gitano' y su guitarra.

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