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Miles de personas se empapan de una lluvia de tangos y pasodobles

  • Gaditanos y foráneos tomaron ayer las calles del centro en busca de coplas · Varios coros ofrecieron su repertorio en la calle Libertad, donde hacía varios años que no se cantaba por las obras del Mercado

Gris plomizo. El cielo se disfrazó ayer de nublado para ser testigo de la lluvia de papelillos y de serpentinas. De pasodobles y de cuplés. Y sobre todo de la lluvia de tangos. Veintiún coros se echaron ayer a la calle para regalar coplas. Dieciséis de ellos se repartieron en tres itinerarios diseñados por la Asociación de Coristas Gaditanos (Ascoga), y los otros cinco siguieron la vereda marcada por la asociación El Cañón. La lluvia que moja no hizo acto de presencia hasta pasadas las seis de la tarde, por lo que dio tiempo a empaparse de Carnaval.

Las portentosas voces de 'Los tangueros', coro ganador del primer premio en esta última edición del Concurso del Gran Teatro Falla, estrenaron el domingo de Carrusel de Coros en la plaza Mina, pasadas las doce del frío mediodía.

A esa hora, la ciudad aún se estaba desperezando. Pero poco a poco, el bullicio se fue apoderando de las plazas, de un gran número de calles y de esos rincones estratégicos que tanto gusta a las agrupaciones callejeras y también a muchas de las que han desfilado por el coliseo gaditano.

El carrusel cuyo inicio se había fijado en la calle Puerto Chico y que suponía el regreso -todavía parcial- a los alrededores del recién restaurado Mercado Central, comenzaba a la hora prevista, dos de la tarde. A la altura del arco de Garaicoechea estaba situado el joven coro de Miguel Ángel Moreno y Luis Rivero, 'La academia', que tras interpretar el tango de presentación dejó pasar al juvenil 'Menuda tierra'. Ese recorrido también lo realizaron los coros 'Mirando por Cádiz', 'El coliseo', 'Los caperucitos muy enrollados', 'La pesadilla' y 'Cantinero de Cuba'.

Quizás, debido a que en los últimos años esa zona quedaba fuera de los carruseles, eran muchas las personas congregadas en los alrededores del arco de Garaicoechea, otrora centro de reunión de aficionados a los coros cuando el carrusel se circunscribía al Mercado Central, lo que permitía escuchar puñados de tangos y de cuplés.

A las dos y media los de 'La academia' ya habían alcanzado la esquina de la calle Libertad, a la altura de la antigua Tienda de la Cabra, mientras que en la escalera de Correos cantaba una ilegal; y en la plaza de las Flores captaba la atención de los aficionados la chirigota 'Derroteitors', de Puerto Real.

A esa misma hora, en la que llegó a asomarse el sol, muchas más personas se congregaban en la plaza del Palillero, donde cantaban el cuarteto '¿Qué hacemos con el pavo?' y las chirigotas 'Los supernonoys' y 'Los falsos'.

Estos últimos ofrecieron su repertorio desde lo alto del tablao, donde el chirigotero El Lobe arrancó carcajadas con una improvisada patita flamenca y entonando 'Dos gardenias' a coro con su compañero Pepito Ruiz. Mientras, Antonio Gómez 'Chicuelo' se dedicaba a vender cds del grupo. Por allí se vio al doctor Fernando Souza, el rey Baltasar de 2010.

Pasadas las tres de la tarde, el coro 'La reinas del Pópulo, de Nandi Migueles, situado frente a la iglesia de San Pablo, cantaba el tango en memoria del desaparecido sindicalista Jesús Gargallo que ovacionaron los presentes, entre ellos Leonardo Calle, director musical del coro 'El cofre el tesoro'.

Ancha arriba ofrecía sus letras la ilegal portuense 'Pendiente del diente', a la que inmortalizaba con su cámara fotográfica Francisco Moya, presidente del jurado oficial del recién concluido Concurso Oficial de Agrupaciones. Moya, que descansa ya de los numerosos días de sesiones, iba acompañado por unos amigos vascos aún sorprendidos por las letras alusivas a ETA que se han cantado en el Teatro Falla al poco tiempo de hacerse público que la banda asesina proyectaba atentar en Zahara de los Atunes.

Otra agrupación que ayer se movió por el casco histórico fue la comparsa 'Serenata', del histórico autor Enrique Villegas. Sus componentes hicieron una parada en la calle José del Toro esquina con Cardenal Zapata, y allí recogieron, pasadas ya las cuatro de la tarde, los aplausos de un público ávido de Carnaval.

La chirigota 'Los famosos', que durante unos minutos se apoderó del pequeño templete ubicado en el lateral de la iglesia San Agustín, congregó a muchísima gente. Y lo mismo consiguió el coro de Rafael Pastrana Guillén 'Los tangueros' a tan sólo unos metros, justo en frente del templo mencionado.

El único coro que no participa en el Concurso Oficial de Agrupaciones, el callejero 'El clan de los Mac Cocas', sufrió un pequeño inconveniente tras despachar sus letras junto al bar El Cañón. Cuando la batea se despedía de ese rincón para adentrarse en la no demasiada ancha calle Feduchy, el tractor que tira de ella se vio obligado a parar al no poder pasar esa plataforma sobre la que iban los coristas junto a una finca que está siendo rehabilitada, y que, por tal motivo, estaba cubierta por una gran lona. Tras unos minutos de incertidumbre, los integrantes de la agrupación no tuvieron más remedio que desmontar parte de la estructura de la batea. Una vez resuelto el obstáculo, continuaron con el recorrido.

En la plaza San Francisco, la chirigota 'El submarino amarillo', de Manolo Santander, compaginaba coplas con chistes sobre el tablao. Numerosas personas estaban pendientes de lo que ocurría sobre esas tablas.

Muchos más ciudadanos se congregaban a esa misma hora en la plaza Mina. No obstante, en ese espacio no había ni una sola copla a lo que hincarle el diente. E igual ocurría en la plaza San Antonio. Mucha gente a la espera, se supone, de letras de Carnaval.

Nada que ver con lo que estaba ocurriendo en la escalerilla de la Torre Tavira, donde echó el freno de mano por unos minutos la chirigota del Canilo 'Los que siempre te dan la espalda', o en los alrededores de la plaza Las Flores. En este lugar, varios coros y diversas chirigotas legales e ilegales cantaban a los pies de una marea humana que, por momentos, se quedaba estancada, sin posibilidad de movimiento. "Parece que estamos ensayando para el paso de Las Cigarreras", bromeaba un ciudadano mientras sus pies apenas podían avanzar. Su acompañante se sintió "sardina en lata". Y otro ciudadano aprovechó la bulla para reproducir, a gritos, el estribillo de la chirigota 'Los falsos', de la agrupación liderada por El Lobe y El Cabra.

A unos metros, la chirigota 'Los supernonys' deshojaba su repertorio desde las escalerillas del edificio de Correos. Y el coro juvenil 'Menuda tierra' abandonaba la plaza Las Flores para adentrarse en Columela. En esa calle, el compás de la fiesta gaditana se mezclaba por momentos con los ritmos de una animada batukada.

Cuando el reloj apuntaba a las cinco de la tarde, un gran número de personas que poblaban las calles del centro fueron abandonando el meollo carnavalero para poner rumbo hacia Puertatierra con motivo de la Cabalgata. Muchos de ellos se toparon por el camino con algunos romanceros, como el de Paco Mesa, 'Il cavalieri trovatore', o el de Salvador Fernández Miró, quien este año se ha unido a Juan Antonio Revuelta, Calixto, y Sergio Torrecillas para contar las hazañas carnavalescas de Sherlock Holmes y su compañero de batallas Watson.

Asimismo, rumbo hacia Puertatierra, muchos de los ciudadanos hicieron un alto en el camino para prestar el oído al coro juvenil 'Pesadilla antes de Carnaval', que se encontraba en la plaza de la Catedral después de haber iniciado su recorrido en la calle Plocia y pasearse por San Juan de Dios y la peatonal Pelota, una de las más bulliciosas.

Tras la batea de esta joven y animada formación, el coro de Juan Antonio Lamas, 'El cofre del tesoro', seguía ofreciendo con fuerza sus tangos. Le seguían 'Las pioneras', la formación isleña 'El chivatazo', el coro viñero 'El duende del Corralón' y el segundo premio de coros del certamen 2010, 'El batallón de la libertad'. Este grupo rubricado por Julio Pardo y Antonio Rivas se encontraba a pocos metros del Ayuntamiento cuando el gris plomizo del cielo cobró una tonalidad amenazante. Lluvia. Amenazaba lluvia. Y las primeras gotas llegaron pasadas las seis de la tarde. Fastidiaron el fin de fiesta de los carruseles, pero afortunadamente respetaron la mañana y el mediodía, por lo que no impidieron que los miles de gaditanos y foráneos que ayer tomaron las calles del centro de la ciudad se empaparan de coplas.

Hoy la fiesta continuará en las calles si el tiempo así lo permite, aunque todo apunta a que no. Las previsiones meteorológicas para la jornada de este lunes 15 de febrero no son nada halagüeñas, ya que las posibilidades de lluvia son muy elevadas desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la tarde.

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