No tuvieron otra opción. La final, por la tele. Protestaron por la actitud del alcalde hacia ellos y decidieron no ir al Falla. Fue cuando se preguntaron "¿En tu casa o en la mía?". Y se fueron a casa de Fran González, porque Pérez Dorao tiene la suya en obras. Unos albañiles de Chiclana le están poniendo la placa ducha. 

Se sentaron los dos en el sofá a las nueve de la noche y se levantaron solamente para hacer pipí. Como si estuvieran en el Pleno, aunque en este espectáculo no actuaba el alcalde. Entre copla y copla comentaron la actualidad política en clave carnavalesca. "Van a decir que somos unos 'cobardes'", manifestó González. Pérez Dorao, un hombre 'sereníssimo', puso cara de póker. Fran, al verle, le soltó: "Si me pongo pesao me lo dices". Dorao movía la cabeza en gesto negativo, pero por dentro estaba pensando darse una 'coroterapia' para aguantar al socialista. Le daba 'corte' hacerle un feo. 

En uno de los descansos, Fran analizó las últimas elecciones municipales. "Salimos de milagro', pero 'sigo siendo el rey' y soy 'invencible", dijo ufano. Pérez Dorao se reía entre dientes y pensaba: "¡Qué cosas dicen los niños de la Susana!".  

Juanma, conciliador, volvió a sacar el tema de la ausencia de ambos en la final. Pasaban las horas y se estaba arrepintiendo de no estar en el Falla. "Hay que entender al Kichi, hombre. 'Un fallo lo tiene cualquiera'. Y es verdad que los políticos hemos vivido 'de gañote'". El socialista le miró como si Juanma fuera un político de 'una especie en extinción'. "Que no, Juanma, que no. Que el Kichi me quiere poner ante la opinión pública como 'el malo del cuento'. Y no se lo voy a consentir. ¿Sabes que te digo? Que en cuanto lo vea lo voy a mandar... (cuarteto del Gago)".