Da verdadera grima ver a Julio Pardo vestido de policía de la dictadura, los grises. A los mayores nos da repelús y a unos cuantos les debe producir nostalgia. El uniforme no le podía sentar mejor porque uno se lo imagina con una picana en los calabozos de la Puerta del Sol o, incluso, en la Escuela de Mecánica de la Armada de Buenos Aires. Aquello eran interrogatorios y no los de Guantánamo. Qué realismo , "no había uniforme que le sentara mejor al tipo". Cuando saca la porra está en su salsa, excelso, cumbre. The real thing. Gane o no gane , este año ha llegado al punto alpha. Estaban hechos el uno para el otro. No alcanzo a comprender cómo Antonio Rivas escribe letras llenas de poesía e inteligencia para la comparsa de El Puerto y en el coro de Julio Pardo todo suena a Jean Marie Le Pen. Un misterio del universo. Me da estrés pensar en Luis Manuel Rivero. El tío no para. No ya es que escriba dos repertorios, para un coro y para una comparsa. Es que el tío sale en los dos. Además es Hermano Mayor, o como se llame, del Despojado y, por si fuera poco, trabaja como maestro. Me altero sólo de pensarlo. Qué ajetreo. No sé cómo le da tiempo de todo. Qué cabeza, qué nivel, qué actividad. Me voy a tomar un tranquimazín porque me pongo nervioso sólo al contarlo. Es un héroe , un atleta de las tradiciones. Comentario escuchado a un chirigotero gaditano acerca de Los Preparaos "si yo me presento con eso en el Falla me ponen el último. Debe ser que el famoseo te da un pequeño plus. Al final esa chirigota es una autoparodia continua. Bueno, al menos eso sirve para no ir al sicoanalista. Cuando el Libi sacó 'Sevilla tuvo que ser, mi arma' en la barra del Falla César Cadaval le metió una bronca descomunal en presencia de la concejala trianera pero del Ayuntamiento de Cádiz María de la O Jiménez (que hoy se parte la camisa por Sevilla como antes lo hacía por la Trimilenaria). Cadaval parece ahora más gaditano que los cangrejos moros. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay, ay, ay. En Cádiz somos un poco catetos porque nos llama la atención que unos famosetes vengan a cantar al Falla. Hay que agradecerles el esfuerzo pero también tiene mucho mérito todas las criaturas que vienen de Santoña, de Murcia, de Málaga o de Sevilla y son conocidos en su casa a las horas de comer. No seamos papafritas. Sin ningún género de dudas Antonio Martín es uno de los grandes. Conforme pasa el tiempo se ve que su genio no sólo no empequeñece sino que se hace mayor. Renueva sus comparsas y las mejora tanto en letras como en músicas y este año ha hecho, a mi juicio, el mejor tango. Como ya no es Antoñito ha tenido que cubrirse la azotea, que ya vamos teniendo una edad. Por cierto ¿alguien sabe si ha entrado en el Ateneo? Tantos años llamando al Tío del Sombrero el Tío del Sombrero y ahora me sale Antonio con mascota. Desde aquí te lo digo Antonio: ponte mejor una gorra. -Creo que Toni Rodríguez ha salido de nuestras vidas. Qué alivio-.