Es pequeño, pero su simbología es enorme. Da igual el baño de oro, lo que importa es que ese antifaz que desde ayer lucen en la solapa cinco gaditanos más con orgullo viene a suponer una especie de doctorado honoris causa por la universidad más exigente, la del Concurso del Falla, el mismo que levanta pasiones y provoca arrebatos de amor o de odio, incluso de los dos a la vez, que para eso en los temas del corazón hasta eso está permitido, amar y odiar a la vez por las punzadas de felicidad y dolor. Desde ayer Fernando Migueles, José Chulián, José Antonio García Tato, Juan Luis Fernández y José Manuel Escandón se sienten más carnavaleros si cabe por llevar ese Antifaz de Oro que premia su fidelidad durante al menos 25 años, una afición que llevan grabada con coplas y muchas horas de ensayos, con momentos buenos y desengaños, y que ayer compartieron con sus familiares en el escenario del Gran Teatro Falla. Allí los recibió la alcaldesa junto a algunos de sus concejales, como Vicente Sánchez, delegado de Fiestas; y representantes de los colectivos que forman el Patronato del Carnaval.