Estoy emocionadísima porque he sido testigo de un milagro que hay que atribuir a Obama. Pronto veo a este hombre en los altares, como San Martín de Porres o San Carlos Lwanga y sus compañeros mártires.

Ha conseguido poner a rezar a Zapatero. ¡Milagro! Seguro que la Congregación de la Fe le canoniza. Pues ya que Obama es tan milagroso y va camino de los altares voy a implorarle mis plegarias.

Te pido que accedas en tu misericordia a lo que solicito: que llueva mucho en Carnaval. Que caigan chuzos de punta para limpiar las calles y se lleve toda la basura que deja la fiesta, pero que haga buen tiempo en Villaluenga porque allí me voy yo, que no aguanto esto.

Te pido que toda la tropa de zaparrastrosos que pueblan en Carnaval nuestras calles se hagan ricos, y que en lugar de venir con sus flautas, perros y camas de cartón a Cádiz, se compren un apartamento en Puerto Banús.

Te pido Obama que a los meones les entre continencia urinaria y no aromaticen nuestras calles en Carnaval; que los comparsistas se queden roncos en estos días, que ya han cantado bastante en el Falla.

Pero por encima de todo te suplico, te lo ruego a tus pies postrada y flagelándome, que hagas que El Selu se convierta a la verdadera fe y el sábado que viene pregone la Semana Santa. Amén.