Ser concejal de Fiestas es una profesión de riesgo en Cádiz, ciudad fiestera donde las haya y donde al critiqueo propio de los malas lenguas se une el de los profesionales del cante y la copla, los poetas del pueblo que con más o menos guasa centran sus iras en la figura del edil de turno. Piñero, Mariscal, Guerrero o Vicente Sánchez ya saben lo que es sentirse como una diana en un pub inglés un sábado por la tarde. Para Adrián Martínez de Pinillos este Carnaval será su primera vez, y las primeras veces dicen que siempre son inolvidables. Hablamos con él horas antes de que arranque el Concurso 2016 para conocer sus impresiones.

-¿Cómo se enfrenta al gran match-ball de un concejal de fiesta en Cádiz?

-Afronto el reto con ilusión, es que no lo veo de otra manera. Si lo viese de otro modo no habría aceptado el cargo cuando me lo ofrecieron. Durante el Carnaval yo espero poder disfrutarlo desde una perspectiva diferente, que es la de la responsabilidad de quien tiene que luchar para que todo salga bien. En la cabalgata de la Navidad hasta que no se bajó el último niño de la última carroza no me quedé tranquilo. Y seguramente hasta que no salga la última persona del último pase del Falla no respiraré tranquilo, porque pueden pasar muchas cosas y todas ellas bajo mi responsabilidad como concejal. Espero, eso sí, que vivamos un Carnaval sin grandes sobresaltos y que sea una experiencia de la que pueda aprender para mejorar la cosas en el futuro.

-¿Pero le gusta el Carnaval, guarda alguna relación con él, se considera aficionado?

-Nunca he participado activamente, no he escrito una letra, no he participado en una agrupación, aunque desde chiquitito en mi familia siempre nos ha gustado disfrazarnos. A mí me encanta la calle y siempre, aunque no he podido verlo, lo he escuchado. Y también hemos cantado con los colegas, claro que sí. He estado estudiando los exámenes en los seis años que he estado en Madrid y siempre he estado con los auriculares y la radio puesta.

-¿Le molesta que alguno le critique que no tiene un conocimiento profundo de la fiesta, que es incapaz de decir quién es Paco Alba, cuando a lo mejor sabe de Carnaval mucho de lo que la gente cree?

-Yo no soy de crearme ídolos, no tengo favoritos en el Carnaval, aunque claro que recuerdo agrupaciones que me han gustado, es más, en los últimos años me han gustado mucho agrupaciones que no han ganado. Por ejemplo 'Ciudadano Zero', que fue tercera. Yo estaba en Madrid y me encantó, porque estudiando ciencias políticas tú tratas de aplicar lo que vas conociendo y me pareció que en los conceptos iba bien, y me dio mucho gusto. También me gustan los coros. No soy de los que desconectan cuando suena un tango. Igual al coro hay que buscarle el gustito y yo hace muchos años que se le encontré, disfruto viéndolos.

-O sea, que no se va a dormir viendo un coro en la Final.

-Que quede constancia que yo no prometo nada de no dormirme (bromea), porque puedo estar reventado. No sé como voy a hacerlo este año. Es raro que yo me levante y me ponga a hacer otra cosa mientras canta una agrupación porque a mí me gusta escuchar.

-Entonces, ¿esto no es un marrón para usted?

-Un marrón es Asuntos Sociales, de todos los problemas que pueda haber en la ciudad de Cádiz quien tiene más presión para solucionarlos de la manera que sea, porque lo tienes a flor de piel, es mi compañera Ana Fernández.

-¿Es cierto que metió usted a Pablo Iglesias el gusanillo del Carnaval de Cádiz?

-Sí. Con 'Esto sí que es una chirigota', de Vera Luque. En Facebook le dije a Pablo Iglesias que la escuchara y me contestó dándome las gracias y diciéndome que le había encantado. A los dos días lo sacó en La tuerka. Hay mucha gente en Madrid enamorada de Cádiz.

-En el trato con las dos juntas ejecutivas se percibe que no están en sintonía, quizá porque os recuerdan a tiempos pretéritos. Por primera vez ha habido votaciones y no hay la misma afinidad que con el concejal anterior, ¿cómo lo ve?

-A mí la mayoría de la gente que está en el Patronato, en una de la junta y en la otra, me caen bien. Pero yo no voy a defender las mismas cosas que ellos defienden. Yo no soy de la misma ideología o la misma manera, la mayoría de ellas son bastantes mayores, ya hay una diferencia de experiencia, entonces. Pero no me caen mal, yo puedo aprender mucho de ellos. A mi Julio Pardo, que acaba de dejar el Patronato, me parecía muy razonable. En la otra junta por ejemplo, los artesanos me parece que son gente impresionante. La política es así, la democracia es así, discutimos, pero voy a intentar no matarte, porque eso queda muy feo, matarte políticamente, quiero decir.

-¿Les gustaría acabar con la figura de las ninfas pero este año no se han atrevido por las bravas?

-Siempre podemos hacer las cosas a las bravas, podemos generar un montón de portadas. Pero yo no estoy aquí por mi, estoy aquí por muchas otras cosas, estoy defendiendo un programa. Nosotros estábamos planteando un paso intermedio hacia otra cosa, en seis meses hemos hecho las cosas corriendo, porque se supone que tiene que estar todo planteado en junio o julio y yo he dejado las cosas finiquitadas en noviembre y diciembre. Lo que hay que plantear en cualquiera de los puntos que son parte del carnaval es hacer algo positivo, moderno, hacer algo que respete todas las maneras de sentir y esa manera de sentir también es de las mujeres. De mí no va a salir el decir voy a eliminar las ninfas porque a mí me da la gana, porque yo creo el feminismo de una manera o de otra, eso lo tiene que decidir la gente. Y si hay que plantear una consulta popular, pues lo haremos, y que la gente decida. En el mandato que tenemos entra respetar la figura de la mujer, porque tiene un papel importante, y la figura de las ninfas no es lo que tenemos en mente, y cuando argumentamos un montón de cosas y sabemos que esos conceptos no son sencillos, son conceptos modernos, y en esas posiciones estamos.

-¿Va a seguir existiendo el Patronato como tal o tiene sus horas contadas?

-Queremos que los Antifaces de Oro tengan voz y voto y tenemos un cambio en el reglamento en los estatutos mediante una comisión paritaria. También queremos regular la entrada de colectivos. El Carnaval 2016 es de transición, el Carnaval del cambio es el de 2017, y no es el Carnaval de Podemos, es el del cambio. En marzo vamos a empezar las cosas con otro pie.

- ¿Cómo se va a regular la entrada? ¿Cada asociación que representa a un número de personas, por ejemplo, una broma, los recortadores de papelillos, van a poder entrar?

-Desde luego, y con todos mis respetos a los recortadores de papelillos, no van a entrar en el Patronato. En primer lugar se puede articular por medio de la reforma de los estatutos. Le he pedido al secretario general un informe jurídico respecto a esta directriz, qué es lo que podemos cambiar, cómo lo podemos hacer, qué texto podemos poner..., yo no soy jurista, soy politólogo. Nosotros queremos transcender el Patronato, hay planteamientos que no se pueden discutir solo en el Patronato. Y por eso llevaremos a cabo los procesos participativos que sean necesarios, planteamos que la participación sea transversal.

-¿Cómo se ha desarrollado la venta de entradas?

-Nuestra valoración es positiva. Se han puesto muchas más entradas a la venta y hemos disminuido los precios, aunque no tanto como nos encantaría hacerlo, hemos puesto entradas a mayores y los abonos, algo ya que estábamos planteando desde un principio. Hemos conseguido que sea más accesible y asequible. Hemos conseguido que haya entradas para todos los componentes que participan en el Concurso, eso es algo definitorio, porque todo el mundo tiene derecho a ver a su hijo que es un artista en esa función. Pero no podemos olvidar que el Falla es un espacio finito, sacamos a la venta 1.150 entradas, es lo que hay, y el año que viene vamos a cambiarlo y el siguiente y el siguiente, lo vamos a cambiar siempre en la misma dirección.

-¿Tienen pensado como será la cabalgata de Carnaval?

-Este año es temática libre, porque llegamos bastante tarde. Vamos a intentar que haya más gente participando en los espacios que hay entre las entre carroza y carroza, que a los lados que no vea simplemente una carroza sino que se vea lo que somos en Cádiz, aunque también nos gustaría que hubiera guiños a otros carnavales como el de Montevideo o Río de Janeiro.

-Estos últimos años se ha intentado evitar que los primeros premios se vayan fuera de Cádiz, ¿van a mantener la batalla de coplas del primer sábado de Carnaval que tan exitoso resultado tuvo en 2015?

-Fue un tremendo éxito y eso lo mantenemos porque es muy bueno, igual que las actuaciones de las agrupaciones de por las noches en los tablaos también.

-¿Alguna novedad más para el Carnaval en la calle?

-La mejor novedad que puede haber es la máxima normalidad. Queremos que la cantera tenga mucha más repercusión, se habla mucho de los grandes del carnaval y poco de los pequeños, y se olvida que en ellos se sustenta todo esto. Así que vamos a darle mucho más espacio. Que no sea que los niños canten en el concurso y cuelguen el tipo hasta el año que viene. No solo es mi apuesta, también la de Juventud.

-¿Las subvenciones a entidades no se van a tocar?

-Lo contrario. El presupuesto lo hemos aumentado, no hemos recortado en entidades, convenios subvenciones, estamos apostando porque haya más cosas en las calle. Se ha incrementado en nueve mil y pico de euros y eso tiene que significar algo, y sobre todo la gente ve cual es nuestra forma de hacer las cosas. Los cambios van a ser en este sentido, hablamos con todos los comerciantes de un barrio y vamos comentando lo que queremos hacer. Los cambios seguirán en esta tendencia y el 2017 va a ser un año muy, muy especial.

-Confían en salvar este Carnaval de transición, pero ¿tienen la vista puesta en el próximo año?

-Exacto, este año no es una transición, es como si le estuviéramos diciendo a la gente: estáis viendo qué es lo que queremos hacer, ir pensando qué es lo que queréis hacer porque nosotros somos todos oídos.

-¿Qué esperas del pregón de Pablo Carbonell?

-Se puede esperar cualquier cosa. Yo sé que Pablo Carbonell lee muy bien lo que es Cádiz, sabe qué es esto y creo que tiene tanta ilusión como ganas de que salga bien, no va a ser ninguna apuesta arriesgada aunque para el resto del planeta lo sea. En Cádiz y fuera de Cádiz a Pablo Carbonell no se le conoce como si fuera de Cádiz y es el momento que él tiene para reivindicarse como un gran gaditano. Hay mucha gente en Cádiz que está fuera, es que yo soy de Cádiz pero no tiene manera de reivindicarse y no tengo manera de decir eso es Cádiz fuera de las Puertas de tierra y ese va a ser un buen momento para eso.