cON este título no hago referencia ni a la película de Ricardo Palacios (1987) sobre la Guerra Civil, ni a las corredurías por la banda de Enrique en el Cádiz CF ese a dé (SAD). Con el encabezamiento intentaré defender mi periplo en nuestras fiestas. Con edad para sacarme el carné de conducir y poder votar, se me ocurre presentarme a ninfa y ahí está la tía todo el día en el Falla metía. En la plaza de la Catedral con viento de norte (como dicen por estos lares) y tras el pregón de los Morancos, dijeron mi nombre… Fue bonito, memorable, una gran sensación, una grata experiencia y todo lo que ustedes quieran.

Pero… ¿qué ha pasado en todos estos años? ¿Aún queda alguna estela del embarque en nuestro carnaval? Rotundamente sí. Al vivir de manera intensa el concurso, los tablaos, la calle, mis compañeras de ese y el año posterior, me metí aun más en esta fiesta más genuina que el Winston americano (que ha subido con toas sus castas).

Ser jurado y cuidadoras de las ninfas, que dicho sea de paso no sabía que era esto último hasta que llegué al Teatro, me sirvió aún más para saber cuáles eran las inquietudes, ilusiones y motivos de aquellas jóvenes para ser ninfa, mi pequeña incursión en el mundo del coro, en ilegales como 'El show de las Pacas locas' (2001) y 'Las bien plantás' (2009), en cuartetos como 'Una locura según las escrituras' (2007) y 'Las malas, malas…' (2008), fueron fruto de las amistades surgidas durante todos estos años en ese maravilloso gallinero acompañadas por muchos de vosotros, en el ambigú, en la Bella Italia tras una función de sábado noche (ríete tú de Travolta), en la calle, con componentes, con autores y autoras, con miembros "y miembras" de los medios de comunicación, etc.

En Cádiz, como cuna de la libertad, la mujer elige el papel que quiere representar dentro de nuestras fiestas. Es ella, sólo ella, la que debiera poner sus 'ilimitaciones'; sí, 'ilimitaciones', porque ¿acaso hay límite alguno?

Al igual que un componente de agrupación puede elegir salir en coros, cuartetos, chirigotas, comparsas, ilegales o no salir, la mujer tiene el mismo derecho en salir en coros y hacerse "tirabuzones", o en comparsas, chirigotas, cuartetos, formar parte del jurado del Concurso de Agrupaciones a la vez que se encarga de trabajar tanto dentro como fuera de su casa o incluso a sentarse, si así lo desea, en un palco como ninfa.

Son varias las voces de reproche e incluso crítica a esta figura de la ninfa y aunque como todo en la vida debe evolucionar, pido respeto a que cada cual decida el papel que quiera representar en el Carnaval de su vida, en Nuestra Fiesta, Fiesta que nos une a todos alrededor de una ilusión común, por la que trabajamos, nos desvelamos y nos emocionamos. ¡Viva el Carnaval! ¡Viva la Libertad!