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Batería de piropos en la batalla generacional

  • La nueva ola de contraltos y octavillas de la comparsa convive en fraternidad y armonía con la 'vieja guardia', espejo en el que se miraban cuando eran niños

Hubo un tiempo en el que cuando los mayores cantaban, los niños callaban, pegaban el oído al transistor y se imaginaban en las tablas del Falla. En las estanterías de aquellos comparsistas lucían premios de carnaval; las de sus imberbes oyentes aún eran adornadas por airgamboys. Aquellos que cantaban, lo siguen haciendo. Aquellos que escuchaban, ahora cantan a su lado. Dos generaciones de contraltos y octavillas se dan la mano en la comparsa actual, una batalla generacional en la que con frecuencia se alza la voz, pero en la que nunca se levanta la mano.

De un lado, la vieja guardia. Un excelso grupo de comparsistas de casi inalcanzables currículos que aún siguen al pie del cañón tras haberse forjado un nombre en la historia de la fiesta. Antonio Cantos Caracol, Manolo McGregor, José Ramón de Castro Ramoni, Juan José Arauz El Chupa o Carli Brihuega forman parte de ese ramillete de joyas de la comparsa, cinco de los niños bonitos que la han engalanado desde los años 70 y 80 a esta parte y que se han amparado en ella para arrancar los olés del público más selecto.

En el otro bando, la nueva ola JASP, jóvenes aunque sobradamente preparados. Esos descarados que se atreven con todo y que desde los albores de los años 90 hasta ahora se han metido al aficionado en el bolsillo poniendo el vellito de punta e inventándose gorgoritos jamás antes imaginados. Dani Obregón, Fali Figuer, Agustín El Soleta, Salvi o Paco El Pellejo forman parte, entre otros, del presente de la comparsa, pero sobre todo de su futuro.

¿Junto a qué bando se posiciona usted?

El quinteto de clásicos aglutina en sus vitrinas un total de 89 premios en el Concurso de Agrupaciones, siendo 34 de ellos como ganadores.

Unos de sus principales baluarte, Antonio Caracol, da a conocer su cara más purista a la hora de señalar a los que, a su juicio, son los contraltos y octavillas más destacados de la nueva generación. "No sabría que decirte. Ahora no hay tanta diferencia entre las dos voces y es difícil ponerse a etiquetar. Pero eso sí, de los nuevos me quedo con la voz de Dani Obregón", explica Caracol, galardonado en cinco ocasiones con la estatuilla al mejor contralto, tres de ellas de manera consecutiva, un hito que no ha alcanzado ningún otro carnavalero. Caracol, comparsista fiel a sus autores donde los haya -sólo ha salido con Villanueva, Antonio Martín y Joaquín Quiñones en sus 33 años de Carnaval-, acumula la friolera de 25 premios en el Falla, once de ellos, primeros.

Manolo McGregor es otro de los más laureados comparsistas -en su caso octavilla- que siguen en activo. Tras cinco años en el dique seco, este año regresa a las tablas del Falla de la mano de Luis Rivero. McGregor recuerda grandes voces de la historia carnavalera: Catalán Chico, Pelahigos, Caracol, Albaiceta... pero también se fija en los que vienen pisando fuerte desde hace unos años y destaca a Salvi como contralto y Paco El Pellejo y Dani Obregón como octavillas.

Otro de los nombres propios de la fiesta, José Ramón de Castro Ramoni, otorga una segunda juventud a Caracol y defiende que "sigue siendo el mejor contralto de la actualidad. Lo considero de los modernos porque continúa saliendo". Ramoni mete en el saco de los octavillas más clásicos a Albaiceta -"el espejo en el que yo me he mirado"-, Dávila, McGregor y Catalán Chico, mientras que apunta a los nombres de El Piojo, Dani Obregón y Arturo el de Barbate como los actuales con mejor calidad de voz.

Juan José Arauz El Chupa se suma al alegato de Ramoni y ensalza la figura de Caracol como la de mejor contralto moderno porque "el tío sigue ahí en pie de guerra". Asimismo, sigue mostrándose bastante clásico en sus gustos y señala como los octavillas punteros de los últimos años a Ramoni y Carli Brihuega. Con este último, precisamente, formó una pareja antológica en la época dorada de Martínez Ares, logrando primeros premios con Los miserables o La ventolera.

El bando de los jóvenes, como es lógico, acumula muchos menos años de trayectoria que los figuras que aparecen en las líneas anteriores, aunque sus carreras hacia el éxito han sido meteóricas, pues entre los cinco elegidos para esta comparativa suman un total de 59 premios en finales del Falla desde que debutaron en infantiles o juveniles.

En este sentido, Dani Obregón y Fali Figuer son los que cuentan con un currículo más extenso, pues cada uno de ellos tiene 19 premios en sus alforjas. Ninguno se coloca la etiqueta de octavilla o contralto y se consideran tenores que amoldan sus voz dependiendo de lo que pida cada autor. Ambos sienten debilidad por Caracol, pero lo de Fali se convierte en auténtica obsesión. Le pondría un altar. "De pequeño me ponía malo al verlo por la calle... Toda mi vida soñé con salir junto a él y gracias a Dios lo he conseguido", asegura Figuer, admirador también de McGregor, Ramoni y su amigo y compañero Dani Obregón, que le devuelve el cumplido colocándolo como el mejor contralto de la nueva generación.

Uno de los grandes ausentes en la presente edición del Concurso -por motivos laborales- es Salvi, contralto que en los últimos años ha formado parte de las comparsas de Juan Carlos Aragón, Tino Tovar y los Carapapa. Entre sus preferidos están Caracol, Fali Vila, Ramoni, Paco El Pellejo o El Cateto del grupo de Antonio Martín.

Por último, dos de los octavillas cuyo caché más ha aumentado en los últimos años: El Soleta y El Pellejo. El primero de ellos presume de ser uno de los pocos comparsistas que se ha llevado dos primeros en los últimos años (Araka la Kana y La comparsa de Momo). El segundo se crió en la comparsa de la Peña Nuestra Andalucía y este año debuta con Antonio Martín después de haber formado parte de los grupos de Juan Carlos Aragón y Tino Tovar, entre otros.

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