José Carlos Mení, integrante del cuarteto 'Los que hundieron el Vaporcito', no lleva bien eso de madrugar cada mañana para meterse a trabajar en un congelador de un polígono chiclanero donde hace un frío que pela...gatos. "Me indigno con el despertador cada vez que suena a las 5:10 de la mañana y tengo que levantarme... ¡con el frío que hace a esa hora! Además, en mi trabajo hace más frío todavía que en la calle y tengo que currar en mangas cortas", aseguraba el inseparable compañero de Manolo Morera mientras se apoyaba en la balaustrada del Campo del Sur, lugar desde el que se lamentaba: "Hay que ver que nadie le canta al Campo del Sur con lo bonito que es... to el mundo le canta a la Viña o a Santa María y fíjate las vistas que tenemos aquí... desde 'Los templarios' ya no le canta nadie".

Hablando más en serio, José Carlos Mení se muestra indignado con "el fanatismo que se ha instalado en el Concurso, se está perdiendo la esencia... me refiero a las comparsas, pero esto no lo pongas (no ni ná...). Se olvidan de que esto no es más que un hobbie , una manera de disfrutar. La gente está fatal, ya no es aficionada al Carnaval, sino a una determinada agrupación. Ahora se va al Falla como al fútbol, con la camiseta de tu grupo y sin saber reconocer cuando alguien es mejor que tú".

Echando la vista atrás recuerda que le indignaba mucho "el trato que los cuartetos tenían hace unos años, cuando sus plazas en la final se las rifaban otras modalidades. Gracias a Dios esto ya no pasa".