Noche sin grandes triunfadores ni claros derrotados en el Falla. Nadie destacó especialmente en una séptima función de clasificatorias que al menos se hizo amena y que tuvo al coro de Sevilla, las comparsas del Jona y Valdivia y la chirigota de San José de la Rinconada como principales protagonistas.

El coro de Sevilla de Faly Pastrana Lorenzo y Miguel el Tron dio un paso más en su evolución y agradó con una música muy al tipo -de rusos en un submarino-, un buen repertorio y una todavía mejor interpretación. El trabajo vocal realizado especialmente en el popurrí puede tener como premio un nuevo pase sobre las tablas del Falla.

También afrontaba una reválida la comparsa del Jona, en 2013 por primera vez en semifinales y anoche con la responsabilidad de ser el cabeza de cartel de la función. Las sensaciones tras oír a Los chicos del tejado fueron un sí, pero no: lanzaron letras guerreras, como acostumbra el autor, y una buena música, pero la interpretación dejó algo frío al respetable. Voces poco empastadas y más excesos de la cuenta les pesaron en su debut. Aunque, a su favor, hay que recordar que el pasado año también comenzaron flojeando en interpretación y finalmente alcanzaron las semifinales por méritos propios. Veremos.

El nivel de las coplas decayó hasta el descanso. Ni la chirigota de Sabajanes, más efectista que efectiva, ni la comparsa de Ubrique, que se estrenó en el Falla con más voluntad que fortuna, convencieron. Tras reponer fuerzas, la cosa mejoró de manos de dos chirigotas y dos comparsas de nivel parejo, que llevaron a cabo un bonito duelo de coplas en busca del pase a los cuartos. Gran papel el de la chirigota de San José de la Rinconada La quinta del buitre, divertida y muy completa. Ofrecieron unos bonitos pasodobles, una simpática tanda de cuplés y también a destacar varios golpes de su popurrí. Lograron sacar todo el partido a una idea a priori sencilla y tiene su mérito, por lo que no sería nada raro verles una vez más en el presente Concurso. Un pasito por detrás de lo mostrado el año pasado estuvo la chirigota de los Romero Castellón, que pese a todo logró que el público pasara un buen rato.

En cuanto a las comparsas, el Falla disfrutó con dos grupos potentes y bien afinados, un gusto para los oídos. Si agradó la agrupación llegada de Alcalá de Guadaíra Artesanos, aún mejor fue el paso por las tablas de los zombis de Valdivia, sorprendentes en tipo y con un repertorio repleto de contenido. Los muertos de Rajoy pusieron el broche de oro a una buena noche de coplas demostrando que más allá de los grandes nombres también hay coplas de calidad.